Esta son las principales conclusiones a las que llega el Informe Mundial sobre Comercio 2013, una publicación anual que tiene por finalidad facilitar una mayor comprensión de las tendencias del comercio, las cuestiones de política comercial y el sistema multilateral de comercio.
"Durante los últimos años, el comercio mundial ha crecido de media casi el doble de rápido que la producción mundial. Esto refleja el creciente predominio de las cadenas de valor internacional y, por tanto, la importancia de medir el comercio en términos de valor añadido", reza el texto.
Los economistas de la OMC recuerdan que para reforzar dichas cadenas de valor son esenciales las inversiones en infraestructuras físicas, dado que puede facilitar la integración de "nuevos jugadores".
"La acumulación de capital y el refuerzo del conocimiento y la tecnología asociada con inversión, particularmente inversión extranjera directa, puede permitir a los países mejorar la cadena de valor al alterar sus ventajas comparativas", sugiere el informe.
El texto recuerda que entre 1980 y 2011, las economías en desarrollo aumentaron su participación en las exportaciones mundiales del 34 por ciento al 47 por ciento y su participación en las importaciones mundiales de un 29 por ciento a un 42 por ciento.
"Varias simulaciones muestran que en un ambiente de comercio abierto y economía dinámica, los países en desarrollo superarán a los desarrollados tanto en exportaciones como en crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)".
"Sin embargo -el texto especifica- si estuviéramos ante un escenario de proteccionismo y pesimismo económico, el crecimiento del PIB sería menos de la mitad, y el aumento de las exportaciones sería menor que el de los países desarrollados".
Dicho esto, el informe deja claro que "ahora que las piezas y componente atraviesan múltiples fronteras, las tendencias anti proteccionistas han pasado a ser dominantes".
Los economistas de la OMC hacen especial hincapié en la importancia de los cambios demográficos y como el crecimiento de la población -sea natural o asumida a través de la inmigración- es un factor determinante para el crecimiento económico y por ende del comercio.
El informe expone el ejemplo de China, a la cual define como "la experiencia más exitosa de la historia reciente".
Sin embargo, el texto deja claro que "la disminución y el envejecimiento de la población que tendrán lugar en las próximas décadas harán desaparecer una de las fuentes principales de dinamismo chino".
El informe cita como ejemplo negativos Japón o Europa por sus bajos niveles de natalidad, aunque advierte que los avances tecnológicos y la entrada de trabajadores procedentes de otros países les ofrecen la posibilidad de eludir un posible estancamiento en el futuro.
Por el contrario, el texto destaca el caso de la India, los países de Oriente Medio y el África Subsahariana, que registrarán una evolución demográfica más favorable durante las próximas décadas y podrían convertirse en los países con las mayores tasas de crecimiento económico del mundo.
"El envejecimiento de la población la migración, las mejoras educativas y la mayor participación de la mujer en la fuerza laboral jugarán un rol muy importante en los próximos años, como también lo hará el constante aumento de una clase media mundial", concluye.