La reunión a puertas cerradas, organizada por el ministro de Diversificación de Comercio Internacional de Canadá, Jim Carr, se centró en tres asuntos principales que requieren rápidas acciones, como ser, la solución de controversias, la negociación y la eficacia de la OMC.
La organización se enfrenta a serios desafíos que ponen en jeca al sistema multilateral de comercio desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no estaba contento con la OMC.
Estados Unidos bloqueó abiertamente los nombramientos de nuevos jueces para el mecanismo de solución de diferencias dentro de la institución, conocido como el órgano de apelación, una táctica que amenaza con paralizar la OMC y le impide tomar decisiones.
Los 12 miembros de la OMC esperan convencer a Estados Unidos y China, ya que son las dos economías más grandes del mundo, para salvar a la asediada insitución, pero mencionaron un plazo de tiempo dentro del cual vayan a conversar con estos países.
La reunión fue diseñada para proceder de manera transparente, involucrar a miembros adicionales cuando sea apropiado y, como última instancia, llevar las ideas y sugerencias de avanzada a los miembros más amplios de la OMC para su consideración y discusión.
Carr dijo en una conferencia de prensa después de la reunión que la creación de un consenso sobre reformas específicas llevará tiempo y será imposible sin la aprobación de China y Estados Unidos, que fueron invitados a participar en la reunión que se extendió durante todo el día.
El ministro canadiense agregó que muchas naciones han visto el valor que genera mirar nuevas formas de abordar antiguos problemas. "Es hora de la reforma", concluyó.