La nueva presidenta nacional del IMEF, Adriana Berrocal González, consideró que el gobierno de Trump no tiene que verse como un evento “catastrófico”, pero sí es poco positivo para México y el mundo, pues la incertidumbre que genera llega a todos los rincones del planeta.
Si bien la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos pone una presión adicional a México, consideró que es una oportunidad “histórica” para que el país identifique sus fortalezas y negocie los temas bilaterales o trilaterales, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que comparten además con Canadá.
“México tiene con qué responder”, sostuvo, al considerar que el reto en la relación de México con Estados Unidos es plantear una estrategia amplia y con una visión de largo plazo, sin tomar decisiones en función de la coyuntura o politizar los temas.
En su primera rueda de prensa al frente del IMEF, sostuvo que en México “estamos preparados en la medida que tenemos recursos para enfrentarlo”, pero insistió se necesita una estrategia clara para aprovechar la relación con Estados Unidos.
Por otra parte, Berrocal González calificó como sensata la liberalización de los precios de las gasolinas, pues en el mediano plazo se observarán efectos positivos, como más inversiones, más opciones para los consumidores y mayor competencia y servicio.
Es entendible, dijo, que los fuertes incrementos en los precios de los combustibles generen molestia en la población, ya que desde 2002 a la fecha no se había registrado un incremento quincenal de más de 3.6 por ciento, cuando el aumento promedio actual fue de 14.4 por ciento.
No obstante, en la decisión de adelantar la liberalización y retirar del subsidio al precio de las gasolinas “se juntó el hambre con las ganas de comer”, pues coincidió eventos externos como el triunfo de Trump o el alza en los precios del petróleo, pero también hubo poca información a la ciudadanía sobre sus consecuencias en el corto y largo plazo.
“Definitivamente estamos convencidos de que esta apertura sí va a generar un mayor atractivo para esta industria y mayores inversiones que son muy necesarias”, apuntó al anticipar que cuando haya más infraestructura y sea un negocio atractivo, podría reflejarse en una baja en los precios de las gasolinas.
Informó que el IMEF redujo de expectativa de crecimiento para México en 2017 de 1.70 a 1.60 por ciento, el más pesimista de los últimos ocho años, debido a que este será un año de mucha incertidumbre, alta volatilidad y más “sorpresas”, y para 2018 fijó su pronóstico en 2.20 por ciento.
Para la inflación, elevó su estimación a 4.70 por ciento en 2017 desde el 4.0 por ciento previsto en diciembre pasado, y la de 2018 en 3.90 por ciento, mientras que para el tipo de cambio subió su pronóstico a 21.60 pesos desde 21.00 pesos por dólar este año y en 21.69 por ciento en 2018.