El economista senior para México del BM, Joost Draaisma, afirmó que las reformas estructurales aprobadas en los dos primeros años de esta administración han ayudado al país a enfrentar el complejo entorno internacional y a mantener un crecimiento entre 2.0 y 2.5 por ciento.
No obstante, estos cambios estructurales tardarán en rendir frutos y “a la mejor para su aprobación sobre vendieron algunas expectativas con respecto a su impacto sobre el crecimiento”, opinó durante la 93 Asamblea Convención del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
Pese a ello, sostuvo el funcionario del BM, hay que insistir en la implementación de las reformas estructurales y continuar con identificar y diseñar nuevas reformas que fortalecen la productividad y al crecimiento.
En el entorno externo complejo, resaltó las respuestas de política económica tomadas por el gobierno mexicano, pues han sido “adecuadas y oportunas”, y reconoció que México tiene un marco bastante firme para mantener la estabilidad macroeconómica, financiera y de precios.
Estimó que México tiene el reto de fortalecer su sostenibilidad fiscal, pues a partir de la crisis de 2009 creció la brecha entre ingreso y gasto, lo que se tradujo en el incremento de la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
Si bien el nivel de la deuda pública de México es manejable, Draaisma alertó que la rapidez con la que ha crecido y el no cerrar la brecha entre el ingreso y el gasto podrían generar efectos a futuro, por lo cual es muy claro el reto de la consolidación fiscal.
Consideró que hay una gran necesidad de fortalecer las finanzas públicas de forma estructural y regresar a un superávit primario para estabilizar la relación deuda-PIB, lo que significa más eficiencia en el gasto público, incrementar la inversión pública y más gasto social.
Además, posiblemente pensar en una reforma tributaria que incremente la recaudación para sustituir los ingresos petroleros que no se aumentarán mucho en los próximos años y, en general, avanzar en la implementación de las reformas estructurales, así como identificar y diseñar reformas adicionales.
Cuestionado sobre el posible impacto en la economía mexicana de un eventual triunfo del candidato republicano, Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, anticipó que sería un periodo interesante pero con mucha volatilidad inicial.
Sin embargo, después habrá que ver cómo se traducen sus discursos de campaña en políticas efectivas, subrayó el economista senior para México del Banco Mundial.
“Choques externos, sorpresas, respuesta a la política económica doméstica, van a generar que haya mucha volatilidad en el tipo de cambio”, añadió respecto a un eventual triunfo de Trump.