Donohue fue ayer el huésped de honor en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, un recinto que había visitado por última vez hace 15 años. El representante de la principal asociación comercial estadounidense, que agrupa hasta a tres millones de compañías, llegó el martes a Cuba, en una visita relacionada con las reformas económicas en la isla socialista.
"Cuba está cambiando algunas de sus políticas económicas y el sector privado está evidentemente creciendo", dijo Donohue en su discurso, en el que condenó el embargo económico que Washington impone a La Habana desde hace más de medio siglo.
Las reformas del gobierno de Raúl Castro demuestran que "los líderes de Cuba comprenden que la inversión económica directa puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo económico y la generación de empleos".
El discurso, el punto final a una visita en la que también estuvo en la recién inaugurada zona franca de Mariel, al oeste de La Habana, se centró en la defensa de las que considera las ventajas de una economía orientada hacia el mercado para crear riqueza.
"Creemos fervientemente que los países con sectores privados fuertes, libres de un control y propiedad estatales excesivos, tienen las economías más exitosas y productivas", aseguró.
Bajo el gobierno de Raúl Castro, Cuba ha iniciado en los últimos años un paulatino proceso de reformas de mercado que han abierto espacios para la iniciativa privada. Más de 440,000 cubanos trabajan en tanto en el llamado "cuentapropismo", según datos oficiales.
El gobierno de La Habana aprobó también recientemente una nueva ley de inversión extranjera, que ampliará en las próximas semanas las posibilidades para la llegada de capitales foráneos a la isla. El propio Raúl Castro ha defendido en varias ocasiones las ventajas de la "inversión directa" desde el extranjero.
La reforma, sin embargo, mantiene varias limitaciones para los empresarios extranjeros, por ejemplo para la contratación de la mano de obra.
El embargo económico de Estados Unidos, por otro lado, reduce además las posibilidades de inversión para la extensa comunidad del exilio cubano en Estados Unidos. Se estima que más de 1.5 millones de cubanos viven en el país del norte, sobre todo en Florida. Muchos de ellos apoyan desde hace décadas con remesas a sus familiares en la isla.
"Durante años, la Cámara (de Comercio de Estados Unidos) ha exigido a nuestro gobierno que se elimine el embargo comercial a Cuba. Es tiempo de un nuevo enfoque", pidió Donohue, que mencionó también al margen la situación de los derechos humanos en la isla, una de las críticas más habituales al castrismo.
"Creemos que son temas serios (los derechos humanos y la falta de libertades individuales) que tienen que ser tratados por nuestros gobiernos en un diálogo constructivo y constante", comentó.
El empresario estadounidense llegó el martes a La Habana, donde se reunió con el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, así como con el titular de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca. Hoy se entrevistó además con el presidente Raúl Castro, según la televisión cubana.
La delegación estadounidense visitó el miércoles un taller administrado por el sector privado en La Habana y estuvo hoy también en el puerto de Mariel, unos 40 kilómetros al oeste de la capital.
En Mariel, el gobierno de Raúl Castro inauguró recientemente una zona franca inspirada en las que impulsaron el desarrollo económico chino en los años 70, y aspira a convertirla en una gran terminal comercial en el Caribe. El puerto ha sido ampliada en los últimos años con créditos de Brasil de hasta 800 millones de dólares.