Esas iniciativas son el requisito para recibir más ayuda económica. A continuación, los puntos clave:
Política fiscal: El gobierno griego impulsará la lucha contra la evasión y el fraude y para ello pone en el punto de mira a los ciudadanos más acaudalados. Se modernizará la administración de aduanas y de hacienda. Se ejercerá un mayor control sobre el gasto público y, a ser posible, se reducirá. Las autoridades recaudarán retrasos en cotizaciones sociales y fiscales, aunque serán más flexible con los que menos ganan.
Corrupción y contrabando: También actuará con mayor severidad contra la corrupción y el contrabando de gasolina y cigarrillos.
Jubilación anticipada: Atenas intentará cerrar algunos agujeros en la prejubilación y disminuirá los incentivos, sobre todo en los empleados de banca y el sector público.
Bancos: Atenas se compromete a trabajar en la estabilización del sector bancario.
Privatizaciones: No se dará marcha atrás en las privatizaciones estatales.
Mercado de trabajo: Se ampliarán los programas de formación para los desempleados pero se realizará teniendo en cuenta el presupuesto. Para los desempleados de larga duración se realizarán programas de cualificación.
Administración, justicia y estadística: El gobierno prevé aligerar la burocracia e impulsar una mayor especialización de los tribunales, así como asegurar la independencia del instituto nacional de estadística.
Crisis humanitaria: Atenas combatirá las consecuencias de la creciente pobreza entre las que incluye la falta de nutrición, alojamiento, suministro de energía y servicio sanitario. Se permitirán medidas para hacer frente a ello siempre y cuando no lastren el presupuesto.