Las economías emergentes crecerán más rápido que las avanzadas hasta 2020

Las economías emergentes crecerán más rápido que las avanzadas hasta 2020

Las economías emergentes, entre ellas las de Latinoamérica, "crecerán a un ritmo significativamente más rápido que las avanzadas en los próximos diez años", lo que impulsará la entrada de capital.

Esta es una de las conclusiones del 80 informe anual del Banco de Pagos Internacionales (BPI), publicado hoy, en el que analiza la situación de la economía actual.

Como el año pasado, el BPI rehusó dar este año pronósticos de crecimiento concretos para América Latina algo que hacía con anterioridad.

La vigorosa recuperación de las economías emergentes ha favorecido el aumento de las tasas de rendimiento y la percepción de menor riesgo por parte de los inversores.

Esto se refleja en la reducción de los diferenciales de los bonos y la mejora de la calificación crediticia de varias economías en 2009-10 como Brasil y Perú.

Las condiciones de financiación más favorables han renovado el interés de los inversores internacionales por determinados activos de estas economías.

Las emisiones de bonos de economías emergentes en los mercados internacionales y locales han repuntado con fuerza.

Los bonos empresariales de las economías emergentes cotizan cada vez más como emisiones con calificación de grado de inversión que como emisiones de alta rentabilidad.

La demanda de activos de América Latina se ha dirigido a los países en los que las finanzas públicas y los balances de las empresas mantienen su solidez, según el BPI.

Advierte de que los bajos tipos de interés oficiales y la expansión del balance de los bancos centrales en las economías avanzadas preparan el terreno para que se reactiven los flujos de cartera y bancarios.

Los inversionistas internacionales poseen grandes volúmenes de activos altamente líquidos como fondos de inversión en activos del mercado monetario, que pueden transformarse con rapidez en activos de economías emergentes menos líquidos pero más rentables.

"La situación económica de las economías emergentes ha mejorado notablemente, pero aún se enfrentan a significativos dilemas de política económica", asegura el BPI.

Advierte de que la reactivación del crecimiento y el retorno de las entradas de capital exponen de nuevo a las autoridades a presiones de inflación, rápida expansión del crédito, apreciación de la moneda y efervescencia de los precios de los activos que ya tuvieron que afrontar antes de la crisis.

Hacer frente a las entradas de capital con nuevas intervenciones a gran escala en el mercado de divisas entraña riesgos para el sistema financiero.

El BPI recomienda la prudencia macroeconómica, pero señala que no es una medida sustitutiva de una política monetaria restrictiva ni de una mayor flexibilidad de los tipos de cambio como medios para fomentar ajustes internos y externos ordenados.

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