La medida era esperada por analistas que, a lo largo del año, han venido prediciendo que la Fed, como se conoce al banco central, tomaría la medida para evitar que la recuperación de la economía estadounidense resultara en un aumento en la inflación en ese país.
En gran parte del mundo en desarrollo existe preocupación por el posible impacto de la medida en sus economías. Muchos temen que al elevarse las tasas de interés en Estados Unidos, se acelere la fuga de capitales de las naciones emergentes hacia ese país, buscando mayores rendimientos.
Una situación que tiene el potencial de agravar los problemas enfrentados por esas economías en desarrollo.
La Reserva Federal, encabezada por Janet Yellen desde 2014, había venido siguiendo las políticas trazadas por su antecesor, Ben Bernanke, en el sentido de mantener las tasas de interés en un nivel cercano a cero.
Particularmente después de la crisis financiera de 2008, el banco central estimó conveniente rebajar al máximo posible el costo del crédito para intentar revivir la economía estadounidense.
Esta economía experimentaba su peor recesión desde la Gran Depresión de la década de 1930.
Sin embargo, en los últimos meses, la economía estadounidense ha venido acelerando su ritmo de crecimiento.
Hasta el punto que ahora algunos temen que pueda empezar a presentarse inflación por el aumento en la demanda por los bienes a medida que se recupera la confianza de los ciudadanos en su economía.
Fuente: BBC Mundo.