La ASEAN, un bloque defensor del liberalismo económico y que se ha mostrado crítico con las políticas proteccionistas aplicadas por Estados Unidos, abrió el encuentro con la celebración de la sesión plenaria de los países miembros, a la que seguirá el domingo y lunes las sesiones con China y Estados Unidos, entre otros socios.
El largo enfrentamiento comercial entre estas dos potencias mundiales y sus efectos sobre la economía mundial es uno de los temas que centran el diálogo del cumbre.
El ministro filipino de Comercio, Ramón López, reconoció a la prensa que las medidas aplicadas por Washington y Pekín "afectan de manera negativa al crecimiento económico" de su país y el resto de naciones.
El plato fuerte del foro de Bangkok es la tercera ronda de negociaciones de líderes de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), donde se podría cerrar el acuerdo para la firma de un megatratado de libre comercio que aunaría casi un tercio de la economía mundial.
China es el principal impulsor del RCEP, que también incluye a Australia, Corea del Sur, Japón, India, Nueva Zelanda y los diez miembros de la ASEAN, formada por Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
El ministro filipino precisó que 15 de las naciones han mostrado su completa conformidad al pacto negociado, pero que todavía "esperan a un país", sin desvelar el nombre de este.
No obstante, fuentes cercanas a la negociación apuntaron a Efe que el país en cuestión es India, cuya delegación está lidera en Bangkok por el primer ministro, Narendra Modi.
"Está ya completado con 15 países, solo uno más se encuentra a la espera de resolver sus propios problemas", dijo López a la prensa.
El RCEP, cuyas negociaciones se iniciaron de manera formal en la ASEAN de 2012 celebrada en Camboya, engloba una población de 3,400 millones de personas -el 47 por ciento de la población mundial- y un Producto Interno Bruto de 22.6 billones de dólares (20.6 billones de euros), el 32.2 por ciento del PIB mundial.
También aglutina el 29 por ciento del comercio mundial y el 32.5 por ciento de la inversión mundial.
A pesar de los grandes datos que presenta el megatratado, las negociaciones han sido lentas y complicadas y desde hace ya cinco años las dirigentes políticos de las naciones implicadas aseguran reiteradamente estar cerca de alcanzar un acuerdo, para al final postergarlo al año siguiente.
Entre los obstáculos que han impedido el avance, se encuentran los temores del gobierno de Nueva Delhi a que el RCEP acabe dañando la manufactura local e India se vea inundada por productos fabricados en China.
Pekín sugirió a fin de avanzar con el acuerdo dejar que India se asocie en una etapa posterior del RCEP.
"Todo es posible, pero vamos a esperar. El objetivo es que todos los países estén incluidos y conformes para entregar el texto final a los líderes", aseguró el ministro filipino sin una vez más pronunciar el nombre del país que falta.
La cumbre de la ASEAN, que termina el lunes, también está marcada por la ausencia destacable del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en sustitución a enviado a Bangkok a una delegación de bajo perfil.
"Es un tema sin trascendencia. Ni en conversaciones informales entre delegaciones se ha tratado el asunto", dijo el ministro filipino sobre la ausencia del mandatario estadounidense.
Además de los asuntos económicos, la agenda de la cumbre también incluye asuntos de seguridad, sanidad, desarrollo de la región o medidas destinadas a combatir la contaminación y la lucha contra cambio climático, entre otros temas.