González es la segunda aspirante, tras el ghanés Alan John Kwadwo Kyerematen, en presentarse oficialmente al cargo, un proceso que se abrió el 1 de diciembre y que concluirá el último día del año.
Con larga experiencia en el mundo del comercio, González fue negociadora jefa de su país durante las negociaciones para lograr un Acuerdo de Libre Comercio entre Centro América, la República Dominicana y Estados Unidos; posteriormente fue alta funcionaria en el departamento de Comercio e Integración del Banco de Desarrollo Interamericano, hasta convertirse en ministra de Comercio Exterior de su país.
Mano derecha y amiga personal de la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, González conoce la OMC no sólo por haber representado a su país ante la entidad, sino porque de 2006 a 2009 ocupó el cargo de directora de la división de Agricultura del organismo.
Una vez conocidos los nombres de todos los candidatos a dirigir el organismo que rige el comercio mundial, se abrirá un proceso de consultas entre los 158 miembros de la OMC, que debe concluir a finales de mayo.
El 29 de enero, en el marco del Consejo General de la OMC, los aspirantes al cargo de director general deberán presentarse personalmente ante los miembros y exponer las prioridades de su mandato, en caso de ser elegidos.
Durante este proceso, se creará un comité formado por los presidentes del Consejo General, del Órgano de Resolución de Disputas y del Órgano de Revisión de Políticas Comerciales, que, en función de sus consultas, solicitarán al candidato peor posicionado que se retire, en un proceso que se prolongará hasta que sólo quede un aspirante.
El objetivo del proceso es lograr que el candidato sea aceptado por consenso y que no haya que llegar a una votación entre los miembros.
Hasta la fecha, varios países han mostrado su interés de manera oficiosa (Brasil, Nueva Zelanda, Jordania o Mauricio), pero solo lo ha concretado Ghana, y hoy, Costa Rica.
La persona elegida tomará posesión del cargo el 1 de septiembre de 2013 por un periodo de cuatro años y tendrá la ardua tarea de intentar reactivar la Ronda de Doha, el proceso de negociación para la liberalización del comercio mundial paralizado desde julio de 2008.