En general, indicó, las empresas innovadoras, tienen la tendencia a ser más productivas, crear más empleos, contratar a trabajadores más calificados y ofrecen más formación así como contratan un número mayor de mujeres.
En algunos casos, sin embargo, la innovación ha llevado a un uso más intensivo de trabajadores temporales (sobre todo en las empresas que innovan en los productos y en los procesos) y las mujeres son más numerosas en el empleo temporal, aclaró.
Por ejemplo, dijo, las empresas que aplican innovaciones en los productos y los procesos tienen la tendencia a emplear un número mayor de trabajadores temporales que las no innovadoras, la diferencia entre ambas es de más de 75 por ciento.
La OIT mencionó que el comercio y la participación de las empresas en las cadenas mundiales de suministro también son importantes estímulos para la creación de empleos y el incremento de la productividad.
Hizo notar que el comercio se ha estancado durante los últimos años y lo mismo ocurre con el empleo relacionado con este sector.
En 2016, puntualizó, el 37.3 por ciento de los trabajadores estaban empleados en las empresas exportadoras del sector privado formal.
Señaló que esta proporción es inferior a la anterior a la crisis, de 38.6 por ciento. En su informe “Perspectivas Sociales y del empleo en el mundo 2017: Empresas y empleos sostenibles, señaló que las empresas comerciales tienen una productividad más alta y pagan mejores salarios que las no participan en el comercio.
Sin embargo, apuntó, las primas de productividad relacionadas con las exportaciones y las importaciones superan las primas salariales, entre 13 y 5 puntos porcentuales respectivamente, indicando que es posible distribuir las ganancias del comercio de manera más inclusiva.