"Aquí claramente está el grito desesperado de poder trabajar, de regresar paulatinamente al trabajo y que en la parte esencial hagamos ese espejo con Estados y Canadá", manifestó Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) de México.
Como muestra de la urgencia, Eduardo Elizondo, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Aparatos Eléctricos (Anfad), advirtió que están en riesgo 1,000 millones de dólares en exportaciones durante mayo y junio porque no toda la cadena de valor se considera esencial.
El representante empresarial cuestionó que, a diferencia de Estados Unidos y Canadá, su industria no se declare esencial en México, donde hay más de 50 plantas, con más de 80,000 empleos directos y más de 2,000 proveedores que también elaboran piezas de productos esenciales.
"En México no quedó claro. Esto es algo que nos preocupa mucho porque estamos rompiendo la cadena de valor de todos los hogares en Norteamérica y es por eso tan importante que estamos buscando que se homologue el criterio", argumentó Elizondo.
Decreto polémico
La definición de empresa esencial causa polémica en México desde que el gobierno decretó la emergencia sanitaria el 30 de marzo, lo que implica suspender actividades no indispensables hasta el 30 de mayo para combatir la propagación de COVID-19, que suma 15.529 contagios y 1.434 fallecidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha ajustado el decreto para incluir a proveedores que trabajan en sus obras emblemáticas de infraestructura, además de prometer una revaluación de sectores.
Ante la confusión, el representante de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) de Nuevo León, Juan Ignacio Garza, propuso al gobierno designar a una sola persona encargada de decidir qué empresa puede operar.
"Como se hizo en las últimas semanas estuvo muy mal, no estaba claro, la ley dejaba mucho a interpretación y requerimos que haya certeza", expresó Garza.
Para ilustrar la problemática, el director general de Herdez, Héctor Hernández-Pons, expuso que su empresa está abierta por ser de alimentos, pero podría haber problemas por el suministro de vidrio, cartón y metales que usan para el empaque.
Esto pone en riesgo al comercio agroalimentario con Estados Unidos, que alcanzó un valor de 50,000 millones de dólares en 2019, recordó Javier González, director general de Bimbo.
Prometen diálogo
Durante la reunión, Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía (SE), prometió un diálogo para la reapertura económica.
"Con las distintas cámaras y asociaciones vamos a empezar a trabajar en la forma en que van a reapertura distintas cadenas globales de valor, atendiendo protocolos sanitarios", aseveró.
En tanto, el presidente Concamin anunció que se reunirán pronto con la Cancillería para abordar el tema.