Grado de inversión de México no está en juego: Moody’s

Grado de inversión de México no está en juego: Moody’s

Moody’s Investors Service sostuvo no está en peligro ni en juego el grado de inversión de México, pues el nuevo gobierno se beneficia del legado de fortaleza fiscal de la anterior administración, lo cual le deja una suerte de “colchón crediticio” en el corto plazo.

El analista soberano para México de Moody’s, Jaime Reusche, dijo que este "colchón crediticio" le da tiempo suficiente a la calificadora internacional de observar cómo se seguirá comportando el gobierno federal actual en cuanto al manejo de las políticas públicas y macro-fiscal del país.

“Esto limita el efecto negativo de todas las condiciones financieras adversas que hemos visto en los últimos días y nos da tiempo de observar, sin embargo, este colchón es limitado y muy probablemente se acaba el próximo año”, acotó el directivo en audioconferencia desde Nueva York.

Destacó que ante la fortaleza fiscal con la que arranca el nuevo gobierno en México, es muy probable que este año no se presente un deterioro marcado de las finanzas públicas, ni de las perspectivas económicas.

Así, argumentó, Moody’s está en “modo de observación”, tratando de explicar cuáles son los retos que ve para el nuevo gobierno en los próximos meses, y ver cómo evoluciona “todo este rompecabezas” con las distintas partes que se están moviendo. “Incluso bajo condiciones adversas, por el momento no vemos que peligre el grado de inversión”, afirmó Reusche.

Precisó que el balance de riesgos de la calificación soberana de México, actualmente en A3 con perspectiva estable, “claramente es hacia la baja”, si se siguen contaminando los indicadores financieros que eventualmente resientan las perspectivas económicas o fiscales.

“El grado de inversión, salvo que tengamos sorpresas muy negativas y que nos cambien bastante el escenario fiscal y económico, no lo vemos en peligro ni en juego de ninguna manera”, insistió el analista soberano para México de Moody’s.

Lo que la agencia evaluará es el manejo macro-fiscal y de políticas públicas del nuevo gobierno mexicano, así ver cómo reacciona la calificación dentro del grado de inversión ante ese escenario en el corto y mediano plazos.

Destacó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador arranca con un punto de partida bastante sólido desde el punto de vista de la dinámica fiscal, “este es el legado del gobierno anterior”.

Apuntó que las cuentas fiscales se encuentran en una posición robusta, donde las cifras de deuda respecto al PIB han estado tendiendo hacia la baja, el déficit fiscal estará en una posición bastante cómoda que deja espacio para absorber cualquier tipo de caída en los ingresos y, en general, “un legado bastante favorable en materia fiscal”.

En materia económica, dijo, el panorama es un poco más encontrado y no tan favorable, pero más neutral, pues la actividad económica crece a tasas cercanas a 2.0 por ciento y se estima que continuará en este nivel en el corto y mediano plazos, aunque con riesgos a la baja, debido al ambiente externo y cambios en políticas públicas de la nueva administración.

Comentó que los mercados financieros han recibido con algo de suspicacia a este nuevo gobierno, debido a la inminente cancelación del aeropuerto en Texcoco, lo que se ha resentido en el tipo de cambio y en algunos indicadores financieros.

“Si bien el nuevo gobierno se encuentra un panorama fiscal favorable y un panorama económico neutral, pero un panorama político o contextual negativo, y eso tiene que ver con la calificación del aeropuerto”.

No obstante, subrayó, Moody’s considera que hay espacio en el corto plazo para ver lo que pasa con el manejo fiscal del país, pero muchos de los retos con los que se va encontrar el nuevo gobierno surgen a raíz del giro que están dando las políticas públicas y los mercados se ven ahora más pesimistas, debido a la cancelación del aeropuerto.

Consideró que con el anuncio de recompra de parte de los bonos del aeropuerto en Texcoco, se emite un mensaje para tratar de mantener la calma y se enfatiza que todos los inversionistas van a recibir una compensación.

Sin embargo, apuntó, en Moody’s “consideramos que el daño ya claramente está hecho” al decidir cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco, lo cual ha generado costos económicos, reales y fiscales, y es difícil recuperar la confianza de los inversionistas.

Además, advirtió, es un reto cómo se financiará la expansión de los aeropuertos que sustituirán al de Texcoco (Santa Lucía, Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el de Toluca), pues primero tiene compensar a los tenedores de bonos, compañías constructoras y todas las partes involucradas, pero “esto no resulta en un nuevo aeropuerto, sino solo mantener el statu quo”.

Cargando...
Load next