En una rueda de prensa, el presidente del IMEF, Fernando López, dijo que en el plano internacional prevalecen algunos riesgos geopolíticos como las tensiones comerciales que, aunque han cedido en semanas recientes, podrían resurgir más adelante.
En el ámbito local, López recordó que desde principios del año se han registrado algunos eventos que han afectado la actividad productiva, como la falta de suministro de combustible en varias entidades y las huelgas en la industria maquiladora en el estado de Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos, entre otros.
"A esto se ha agregado la falta de generación de confianza para que el sector privado reactive proyectos de inversión, que usualmente se posponen en años electorales, y que se reanudan a mediados del primer año de sexenio, pero no ha ocurrido hasta el momento", indicó.
Para el 2020, el IMEF, que agrupa a los financieros de las principales empresas instaladas en el país, también redujo sus expectativas para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, a un crecimiento del 1.50 por ciento, desde el 1.70 por ciento.
México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil, depende en gran medida de los ciclos económicos en Estados Unidos, y se encuentra en una fase de desaceleración en línea con el ritmo global.
Varios organismos e instituciones han recortado en semanas recientes sus proyecciones para el crecimiento económico de México, citando factores internos y externos.
El martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó el pronóstico sobre México de 2019, a un 0.9 por ciento desde el 1.6 por ciento.
En el 2018, la economía mexicana creció un 2.0 por ciento, pero el central Banco de México (Banxico) estima un desaceleración para este año, en un rango de entre el 0.8 y el 1.8 por ciento.
Fuente: Xinhua