"El desequilibrio de la economía mundial persiste e incluso parece agravarse por la interacción de las debilidades aún presentes", cinco años después del estallido de la crisis financiera, según el BPI, que celebró hoy su asamblea general anual.
En su informe anual, en el que analiza el sistema financiero internacional entre junio de 2011 y comienzos de junio de 2012, el BPI presenta un panorama desolador y prevé que el crecimiento siga siendo anémico en muchas economías avanzadas.
El BPI recuerda que "el derrumbe de la construcción y otros sectores relacionados con la actividad inmobiliaria fue particularmente severo en España y Estados Unidos" y tendrá importantes efectos duraderos en el desempleo.
Además, "algunas economías, cuyo crecimiento se ha basado principalmente en la exportación, también podrían afrontar dificultades pronto", según el BPI.
"Rusia y la India, por ejemplo, podrían sufrir importantes dificultades durante el periodo 2011-15 ante el crecimiento mucho más lento de algunos de sus socios comerciales (Ucrania y Turquía en el caso de Rusia y los mercados de Oriente Medio en el de la India)", dice el informe.
Añade que los obstáculos también podrían ser considerables para la mayoría de los países europeos, que comercian intensamente entre sí y cuyas previsiones de crecimiento han sufrido una fuerte revisión a la baja.
Un primer grupo incluye pequeñas economías abiertas con una participación de las exportaciones en el producto interior bruto (PIB) superior al 60 por ciento y que previsiblemente acusarán una fuerte caída en el crecimiento de sus socios comerciales.
Es el caso de Bélgica, Hungría, Holanda, la República Checa y Tailandia.
Por ejemplo, alrededor de una quinta parte de las exportaciones tailandesas se dirigen hacia países cuyo crecimiento en 2011-15 podría disminuir al menos 2 puntos porcentuales respecto al periodo 2003-07.
Canadá, Estados Unidos y México podrían no verse afectados por los múltiples efectos adversos del débil crecimiento en el resto de regiones, ya que estas economías guardan estrechos vínculos comerciales entre sí y los analistas prevén que su crecimiento sea relativamente robusto.
China y los principales países de Europa Occidental (Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido) se sitúan de algún modo entre ambos grupos.
Es probable que se enfrenten a una caída significativa (en torno a 1 punto porcentual) en el crecimiento de sus socios comerciales, pero sus exportaciones no representan más del 40 por ciento de su PIB, lo que limita las repercusiones derivadas del menor crecimiento de la demanda externa.
"De estos países, Alemania puede ser el más vulnerable", según el banco de los bancos centrales, cuya sede se encuentra en la ciudad suiza de Basilea.
Los niveles insostenibles de deuda fueron en última instancia el origen de la crisis financiera y no hay claros indicios de que la situación haya mejorado mucho desde entonces.
Los parámetros que miden la sostenibilidad de la deuda no han mejorado significativamente en las economías más afectadas por la crisis financiera, mientras en muchas otras han empeorado.
Los datos agregados sugieren un cierto progreso en el desendeudamiento de los hogares británicos, españoles y estadounidenses.
El sector empresarial no financiero de España, Irlanda y el Reino Unido no ha avanzado tanto en su desapalancamiento.
En el caso de Estados Unidos, el endeudamiento financiero de este sector permaneció bastante estable durante el auge inmobiliario, por lo que no sería necesario el desendeudamiento generalizado tras el desplome de precios.
Solo los hogares alemanes han continuado reduciendo sus niveles de deuda con respecto a sus ingresos.