En conferencia de prensa, dijo que la Asociación a su cargo continuará en la siguiente administración federal como un aliado estratégico en el financiamiento especializado en el país, por lo que el gremio que lidera está listo para trabajar con el equipo de transición, con el objetivo de intercambiar visiones y experiencias.
“Este es un llamado al equipo del nuevo gobierno que vaya a estar a cargo del sistema financiero, de la banca de desarrollo y de la misma Secretaría de Hacienda, para reunirnos a la brevedad y ver por dónde podemos sacarle provecho al tiempo, para realizar juntas productivas, porque el país requiere que trabajemos de inmediato para que fluya el financiamiento como se desea”, resaltó.
Tras reiterar que la AMFE está dispuesta en poner “su grano de arena” para apoyar la visión social del próximo gobierno federal, puntualizó que la meta inicial de que el país logre un crecimiento económico de 4.0 por ciento dependerá de la contribución de todos.
Bojórquez Valenzuela también mencionó que el cambio de administración es una oportunidad de avanzar para tener en México un marco regulatorio financiero acorde con el tamaño y el modelo de negocio de cada participante, pues la normativa presente aunque es efectiva, también significa una carga importante para aquellos intermediarios distintos a la banca comercial.
“Estamos con esto pidiendo que haya mejores condiciones para que fluya el financiamiento, para que alcancemos a abarcar a todos los sectores y estratos, y sobre todo ante la dificultad de operar en la base de la pirámide”, mencionó.
En ese sentido explicó que con una regulación diferenciada y específica por intermediario financiero el sector de financiamiento especializado podría cumplir mejor con el objeto de ser complemento a la función de la banca múltiple.
“Tenemos que seguir trabajando en que la regulación sea adecuada para proteger al sector, pero también a los consumidores, entendemos el tema de preocupación por ejemplo en la lucha por prevenir el lavado de dinero o prevenir recursos de procedencia ilícita, sin embargo creemos que cada uno tiene que participar dentro del tamaño y figura que le corresponde”, insistió.
Por su parte, el consejero delegado de la AMFE, Carlos Provencio Muñoz, aseveró que en la actualidad lo que complica a la industria financiera no bancaria es que deben cumplir con normas prudenciales y de control como si fueran bancos, y cuyos lineamientos regulatorios para cumplir les significa un enorme costo que incluso se traslada al consumidor final.
En ese sentido apuntó que una regulación más acorde según el perfil del intermediario podría servir para reducir el costo del financiamiento e incrementar así el paso de la inclusión financiera propuesta hacia toda la sociedad.
Así, mencionó que a la par de un marco legal financiero más específico por intermediario y modelo de negocio, la Asociación considera adecuado replantear la función de la banca de desarrollo para que sea una mejor opción de fondeo, ya que en muchos casos el financiamiento que ofrece es con un costo mayor al de la banca comercial.
Por último, el titular de AMFE señaló que es muy pronto para adelantar el efecto de la descentralización de dependencias federales, no obstante, afirmó que en lo general parece ser una buena opción para influir en el desarrollo de ciertas entidades del país que han mostrado en años un crecimiento económico desigual y menos favorecedor.