"Les puedo asegurar que en el Eurogrupo, ni España ni Portugal fuimos los más duros", dijo hoy el ministro español de Economía, Luis de Guindos, en un foro económico celebrado en España.
La polémica arrancó el sábado, cuando Tsipras acusó a los gobiernos conservadores de España y Portugal de formar "un eje de poderes" para intentar boicotear las negociaciones del Eurogrupo sobre la prolongación de las ayudas económicas a Grecia y "derribar" al gobierno de Syriza por razones políticas.
"Su plan era y es desgastar, derribar o llevar a nuestro gobierno hacia una rendición incondicional antes de que nuestro trabajo haya tenido resultados y antes de que el ejemplo griego afecte a otros países", dijo el primer ministro griego.
Un día después, contraatacaba Rajoy: "Nosotros no somos responsables de la frustración que ha generado la izquierda radical griega, que prometió a los griegos aquello que sabían que no se podía cumplir, como ahora ha quedado demostrado", le respondió.
El asunto se coló en la campaña electoral que tiene lugar en España de cara a los comicios que se celebrarán el 22 de marzo en la región de Andalucía (sur) y que supondrán el pistoletazo de salida de un año con cuatro citas electorales en el país, que pueden devenir en cambios en el mapa político.
Uno de los principales adversarios del Partido Popular (PP) de Rajoy es Podemos, considerado en España partido "hermano" de Syriza. El domingo, las palabras de Rajoy, pronunciadas en un acto electoral, iban dirigidas también a la nueva formación, surgida hace un año al calor de los movimientos de los indignados.
"Todo el mundo promete, en Grecia y también aquí, pero una cosa es predicar y otra dar trigo", destacó el jefe del Ejecutivo español, sin dar nombres.
Unos días antes, Rajoy ya había advertido en el debate del estado de la nación, la cita parlamentaria más importante del curso político en España, que el gobierno de Syriza no había cumplido su programa electoral, en un guiño a las propuestas de Podemos.
La relación entre Syriza y su "hermano" español se hizo más visible en la campaña electoral de los comicios griegos del 25 de enero, en cuyo acto de cierre participó el líder del partido español, el profesor universitario Pablo Iglesias.
En Atenas, ante cientos de simpatizantes de Syriza, criticó las políticas de austeridad del gobierno español y tildó a Rajoy de "vicepresidente de (Angela) Merkel".
El gobierno alemán se puso hoy del lado de Rajoy y de su homólogo portugués, Pedro Passos Coelho, y condenó duramente las "teorías conspirativas" de Tsipras en torno a la renegociación de la deuda griega.
"En términos europeos fue una zancadilla desacostumbrada. No hacemos algo así en el Eurogrupo", dijo en Berlín el portavoz del Ministerio de Finanzas alemán, Martin Jäger, quien tildó a España y Portugal de "socios".
Desde Podemos acusaron a Rajoy de acudir a Bruselas para defender los intereses de su partido y no los de los ciudadanos.
"A Rajoy habría que decirle que, antes de preocuparse de cómo cumplen los demás su programa, se preocupe de reconocer que él no ha cumplido el suyo", dijo hoy Tania González, eurodiputada del partido.
España contribuyó con 26,000 euros (29,000 dólares) al rescate de Grecia.
"Resulta ridículo acusar a España de haber querido torpedear a Grecia cuando el beneplácito a sus medidas fue aprobado por todos los socios del Eurogrupo", rezaba hoy el editorial del periódico español El Mundo.
"Lo peor de esta maquinación no es solo la absoluta falta de agradecimiento de Alexis Tsipras, sino que destila una irresponsabilidad y una voluntad de confrontación incompatibles con el clima de confianza que requiere el rescate griego", apuntaba el diario.