Un informe elaborado por el BBVA Compass, entidad financiera implantada en el sur de Estados Unidos y filial del grupo español BBVA, advierte de que el coste dependerá de la cantidad y la permanencia del vertido en las aguas, una cuestión todavía incierta mientras continúan los esfuerzos de limpieza y la operación para taponar la fuga de crudo de la plataforma de British Petroleum (BP).
Según estas estimaciones, el costo superaría al del desastre del derrame del Exxon Valdez en Alaska en 1989, el más grave ocurrido en Estados Unidos antes del actual y que, según la agencia de crédito Moody, tuvo un impacto económico de 2 mil 800 millones de dólares.
En el Golfo de México, los estados que más sufrirían a largo plazo los costos del desastre serían Florida y Luisiana, 3 mil 010 y 948 millones de dólares, respectivamente, sobre todo por su dependencia a la industria del turismo.
Según el informe, a corto plazo, el mayor impacto sería en la pesca comercial y recreativa, y en el turismo, pero a largo plazo los daños medioambientales podrían debilitar las economías locales.
El caso del turismo de Florida es el "más considerable", según explicó a Efe el economista jefe para Estados Unidos. de BBVA Compass y coautor del informe, Nathaniel Karp, porque el turismo de Luisiana "no depende de las aguas", mientras que el otro estado vive de sus playas y de las actividades recreativas que "atraen a gente de todo el mundo".
Sólo para este estado, el informe calcula unas pérdidas de 2 mil 844 millones en el turismo, de 137 millones para la pesca recreativa y de 18 millones para el sector pesquero comercial.
Además, la industria de Florida se mantiene expectante ante la amenaza de que las corrientes transporten la mancha de petróleo a las costas y la puedan extender más allá de su península.
"En el peor de los escenarios, si el petróleo toca la costa, los costes y la duración de la limpieza podrían acarrear muchos años, incluso diez, y los costes económicos podrían ser mayores", vaticinó el experto.
En Luisiana, el sector pesquero, que genera al año 2 mil 400 millones de dólares y que sufre la prohibición de salir a pescar en parte de sus aguas, podría enfrentarse a pérdidas de 31 millones de dólares.
Pero sería la hotelería, que genera 5 mil millones de dólares al año y emplean a 145 mil personas y que es el sector privado con más trabajadores, la que más podría resentirse.
El coste del impacto del desastre en el turismo sería así de 880 millones de dólares en este estado, por delante de Misisipi y Alabama, donde podría llegar a 169 y 167 millones de dólares.
En los cuatro estados, el turismo y la pesca, tanto comercial como recreativa, serían los más afectados, con unas pérdidas potenciales de 4 mil 060 millones y de 267 millones, respectivamente.
Las estimaciones están basadas en la hipótesis de que el petróleo llega a algunos de los condados marítimos de los estados y permanece durante un período limitado.