El anuncio del presidente del BCE, Mario Draghi, catapultó el índice Dax de la Bolsa de Fráncfort hasta un nuevo récord de 10,454 puntos antes de cerrar en 10,435.62, un 1.32 por ciento más que la víspera y el máximo cierre histórico.
También el Ibex madrileño ganó un 1.70 por ciento hasta los 10.510,6 puntos. Las subidas se extendieron por las principales plazas del continente, desde el CAC de París (+ 1.52 por ciento) hasta el FTSE londinense (+1.02) pasando por el MIB de Milán (+2.44). El índice europeo EuroStoxx subió un 1.62 por ciento.
Draghi cumplió con las expectativas de los inversionistas que daban por hecho la puesta en marcha hoy del programa conocido como flexibilización cuantitativa o Quantitative Easing (QE) para comprar bonos públicos y privados e inyectar liquidez en los mercados.
El anuncio del italiano superó incluso las cifras con las que se especulaba al dotar el programa con hasta 60,000 millones de euros por mes, comenzando en marzo y hasta septiembre de 2016.
La nueva herramienta anticrisis del BCE presionó a la baja la cotización del euro, que pasó a costar 1.1404 dólares, su nivel más bajo desde noviembre de 2013.