El estudio, presentado este jueves en una rueda de prensa, también indica que el 20 por ciento de los trabajadores con salarios más bajos (unos 650 millones) percibe menos del 1 por ciento del ingreso laboral mundial, en un mercado global donde el sueldo mensual medio del 10 por ciento más rico alcanza los 7,475 dólares y el del 10 por ciento más pobre sólo llega a 22.
"El 10 por ciento más pobre tendría que trabajar tres siglos para ganar lo mismo que logra el 10 por ciento más rico en un año", ejemplificó el economista del Departamento de Estadística de la OIT Roger Gomis.
Por países, el estudio indica que los menos desarrollados son a la vez los que presentan mayor concentración salarial en las partes altas de la tabla, siendo naciones como RD Congo, Costa de Marfil, Liberia, Níger o Uganda las más desiguales al concentrar su 10 por ciento más rico de trabajadores el 70-80 por ciento del total de ingresos.
El informe compara datos pre y post crisis (con estadísticas de 2004 y de 2017), aunque según la metodología empleada presenta diferentes conclusiones sobre si ha traído o no mayor desigualdad salarial global.
En términos absolutos, parece indicar que la desigualdad se ha reducido, ya que la riqueza concentrada por el 10 por ciento de trabajadores más ricos pasó del 55.5 al 48.9 por ciento.
Esto se debió principalmente, señalaron los analistas de la OIT, al ascenso económico de dos potencias emergentes con grandes poblaciones como son China e India, hasta tal punto de que si no se tienen en cuenta los datos de estos dos países las cifras de 2004 y 2017 apenas variarían.
Por otro lado, si el cálculo se pondera dando mayor peso a las economías con más producto interior bruto, los datos son muy diferentes y revelan en cambio una mayor desigualdad actual con respecto a mediados de la década pasada.
Teniendo en cuenta esta ponderación, el 20 por ciento de trabajadores que recibe salarios más altos habría pasado de concentrar el 51.4 por ciento de las remuneraciones en 2004 a tener el 53.5 por ciento en 2017, mientras que las clases media y baja saldrían perdiendo.
El 20 por ciento de asalariados que se encuentra en la parte más baja de la estadística pasaría de ganar el 3.9 por ciento del total en 2004 a sólo el 3.5 por ciento en 2017, mientras que el 60 por ciento de la mitad de la tabla bajaría del 44.8 al 43 por ciento en esos 13 años.
"En realidad, la desigualdad de la remuneración a nivel nacional está aumentando", advirtió la OIT en su informe, incluso en países "exitosos" tras la crisis como China o la India.