"Hay un extraordinario espíritu de avenencia y solución, que se ha reflejado en el consenso de la discusión de los documentos", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, al inicio de la jornada de trabajo del lunes, a nivel de cancilleres.
Mientras, la disidencia cubana reportaba la detención de hasta un centenar de activistas en los días previos a la cumbre de la Celac.
La ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), liderada por el disidente Elizardo Sánchez, acusó al gobierno de Raúl Castro de "una oleada de represión" para silenciar a la oposición con motivo de la cumbre.
Varios activistas de la oposición, entre ellos el propio Sánchez, habían pedido reuniones a las delegaciones de los 33 países. Según la CCDHRN, al menos 40 personas fueron detenidas. Otras 18 recibieron amenazas y "al menos cinco permanecen sometidas a arrestos domiciliarios".
El organismo acusa desde hace tiempo al gobierno de Raúl Castro de realizar detenciones de corta duración, a menudo en fechas claves para evitar protestas.
Cuba será la anfitriona de una cumbre que espera se convierta en un éxito diplomático como señal de que no está aislada. La suspensión de Cuba en 1962 de la OEA fue respondida por masivas movilizaciones populares, que respaldaron al gobierno liderado entonces por Fidel Castro.
La Celac, un mecanismo concebido como alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA), tiene previsto aprobar el miércoles la Declaración de La Habana, referida a temas como la lucha contra la pobreza y la designación de la región como zona de paz.
En el encuentro estarán el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
El epicentro de la segunda cumbre de la Celac será el recinto ferial de Pabexpo, un lugar retirado al oeste de la capital. El lugar cuenta con una sala plenaria, varios salones de reuniones y espacios para la prensa. Está prevista la asistencia de 400 periodistas de medios internacionales.
Los asistentes visitan una Cuba que vive cambios económicos bajo el gobierno de Raúl Castro. En las calles se ve una mayor presencia de la iniciativa privada, especialmente en el sector servicios. Los restaurantes privados, conocidos como "paladares", aprovecharán la ocasión para hacer negocio con los visitantes.
El evento estará rodeado de fuertes medidas de seguridad. La semana anterior las caravanas presidenciales ensayaron los recorridos entre la sede principal y el Palacio de la Revolución. Todos los vehículos serán conducidos durante la cumbre por oficiales del Ministerio del Interior.
Un día antes de la inauguración Raúl Castro y su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, inauguraron la primera parte de la terminal de contenedores del puerto de Mariel, un emblemático proyecto de infraestructura cubano financiado en su mayor parte por Brasil.
La terminal está situada unos 45 kilómetros al oeste de La Habana y espera convertirse en un centro logístico regional, gracias a su capacidad de recibir buques de gran calado Postpanamax, en línea con la prevista ampliación del Canal de Panamá.
Además de los temas centrales de la cumbre, otros asomarán en La Habana. El presidente de Uruguay, José Mujica, llegó hoy a la capital cubana también con el objetivo de mediar en el proceso de paz colombiano.
La semana pasada Mujica anunció que aprovechará su visita a Cuba para mantener un encuentro con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, y con la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que participa en los diálogos de paz.
Mujica, él mismo un ex guerrillero, ofreció su país como sede para las negociaciones de paz entre el ejecutivo de Bogotá y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), otro grupo armado activo en territorio colombiano.
El presidente de Perú, Ollanta Humala, tiene previsto llegar el martes a La Habana, y se espera que tenga en el marco de Celac su primer encuentro con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, después de un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya emitido hoy sobre su frontera marítima.
Ambos presidentes se han comprometido a respetar la resolución, que entrega miles de kilómetros cuadrados de mar al Perú en un fallo inapelable.