En un foro organizado en Nueva York por la Cámara de Comercio España-EU y el diario "El País", el ministro de Finanzas de México, Arturo Herrera, admitió que el PIB de su país tiene una correlación cercana con el de sus vecinos estadounidenses, a la vez que señaló que el monto total que se recauda con los impuestos es demasiado bajo.
"Nuestros ingresos fiscales son de un 13 por ciento del PIB, que son más bajos que los de países como Nicaragua y cercano a números como Paraguay o Guatemala", apuntó Herrera, que opinó que su nación ha dependido demasiado de los fondos obtenidos con la exportación de crudo.
"El petróleo es el culpable" porque había una entrada fácil de dinero", explicó el político mexicano, que lo describió como un arma de doble filo porque el gobierno no tenían que recolectar impuestos, lo que desembocó en la falta de una cultura en este sentido.
"Claramente necesitamos recaudar más impuestos", dijo Herrera, que habló de una reforma en la administración fiscal, con la que convertirán la evasión de impuestos en un crimen y se impondrán tarifas que no se limitan a bienes tangibles.
Señaló además que la postura típica de los gobiernos mexicanos es no hablar del asunto públicamente "porque los impuestos no son populares", pero que su administración está "haciendo lo contrario, hablar del problema".
Mientras, el ministro de Finanzas de Colombia, José Manuel Restrepo, subrayó la idea de luchar contra el proteccionismo en el mundo, a la vez que habló de se habla con demasiada frecuencia de la recesión, que describió como un "deporte mundial".
"Nosotros lo que estamos haciendo es enviar el mensaje de la importancia de la iniciativa privada, del valor de ser un país favorable a los negocios", dijo Restrepo sobre sus esfuerzos para minimizar el efecto del enfriamiento de la economía.
El ministro apuntó que quieren diseñar estrategias para recibir inversiones extranjeras con una alfombra roja, ser más competitivos en materia tributaria y eliminar trabas para los empresarios.
Señaló, sin embargo, que Colombia se enfrenta a una situación particular con la llegada de 1,5 millones de refugiados de la vecina Venezuela, un número que podría llegar a los 4 millones, apuntó, si persiste la crisis en ese país.
Restrepo subrayó que Colombia quiere ser un ejemplo de cómo se recibe a refugiados "con solidaridad y generosidad", pero admitió que este tipo de situaciones "tiene un presión directa en el mercado laboral de cualquier país".
Por su parte, su homólogo chileno, Juan Andrés Fontaine, se mostró optimista ante la actual situación económica, y afirmó que "está muy lejos de lo que pasó en 2007 y 2008".
"El año pasado crecimos un 4 por ciento, por encima del 3 por ciento previsto", recordó Fontaine, que admitió que el futuro económico no está tan claro porque se está produciendo una ralentización, ante la que señaló que están implementando varias iniciativas.
Entre ellas, facilitar un incremento en la productividad "abriendo más espacio para los emprendedores".
"Hay un aumento en la cultura de los emprendedores, especialmente entre los jóvenes", señaló el político chileno, que dijo que su administración está haciendo esfuerzos para reducir los trámites y formalidades burocráticas.
"Estamos ayudándoles a innovar y a librarse de algunas de las barreras de entrada para que haya una mayor competencia", aseveró.