Bajo el tema “Construyendo puentes y reforzando nuestra asociación para afrontar los desafíos globales”, la cita está copresidida por la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el canciller de El Salvador, Carlos Castañeda, cuyo país ejerce la pro témpore de la Celac.
México estará representado por el canciller Luis Videgaray.
“Los ministros se centrarán en consolidar el multilateralismo y reforzar la cooperación en los foros mundiales. Podrán abordar, más concretamente, el orden mundial basado en normas, el Acuerdo de París sobre cambio climático, la revisión de la política mundial sobre drogas de 2019 y el Pacto Mundial sobre Migración”, explicó la UE.
También figura en la agenda un debate sobre la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y nuevas formas ámbitos de cooperación internacional, como en el desarrollo digital o urbano.
El segundo día estará dedicado al refuerzo de la integración regional y la colaboración a favor de la sostenibilidad de la economía, del comercio, las inversiones y la productividad.
Juntos, la UE y la Celac reunen a 61 países, cerca de un tercio de los miembros de las Naciones Unidas, y representan a más de mil millones de personas, 15 por ciento de la población mundial.
“Esto significa que la asociación UE-Celac repercute en la vida de muchas personas y tiene potencial para configurar el orden mundial. Además, han sido los principales impulsores del Acuerdo de París sobre el cambio climático”, señaló la UE.
En paralelo a la cumbre, Videgaray participará el martes de una reunión entre la UE y los países de la Alianza del Pacífico, de la que México hace parte, con vistas a profundizar las relaciones mutuas.
Ese mismo día, los cancilleres de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se reunirán con la comisaria europea de Comercio, Cecília Malmström, para revisar el estado de las negociaciones de un tratado de libre comercio que mantienen ambos bloques regionales.
Otra reunión paralela será protagonizada por los países del Caribe y la UE, con el objetivo de analizar el futuro de sus relaciones tras la expiración, en 2020, del Acuerdo de Cotonú, que enmarca sus relaciones bilaterales.