Los jefes de Estado y de gobierno de los 33 países que conforman la Celac se reunirán el 28 y 29 de enero en la comunidad costarricense de San Antonio de Belén, en la provincia de Heredia, diez kilómetros al oeste de la capital.
El encuentro, al que también asistirán representantes de cinco organismos subregionales, ocurre tras el giro adoptado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ante la antigua demanda de América Latina por el cese del embargo económico norteamericano sobre Cuba.
Tras el anuncio oficializado en Washington y en La Habana en diciembre pasado de un acuerdo para normalizar las relaciones rotas hace 53 años, la Casa Blanca envió a La Habana a la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, al frente de la delegación que la semana pasada inició conversaciones con el gobierno de Raúl Castro.
No se ha confirmado aún si el mandatario cubano asistirá a la cumbre de la Celac, fundada en 2011 a instancias de Venezuela y otros gobiernos de izquierda de la región, como alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA) y sin participación de Estados Unidos ni de Canadá.
Cuba ve más cerca la probabilidad de un fin del bloqueo en momentos de grandes desafíos en materia económica, debido al impacto de la crisis financiera de su principal aliado, Venezuela, tras el imparable desplome de los precios internacionales del crudo, cuyo barril cayó de 100 a 40 dólares en las últimas semanas.
Se espera que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, reciba un apoyo explícito de sus aliados presentes en la reunión que se celebrará en el complejo Pedregal, un antiguo estadio de fútbol, y en la que estarán presentes la mayoría de los gobernantes latinoamericanos.
Ya confirmaron su presencia las presidentas de Chile, Michelle Bachelet, y de Brasil, Dilma Rousseff, y los mandatarios Evo Morales (Bolivia), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Daniel Ortega (Nicaragua), José Mujica (Uruguay) y Maduro. La argentina Cristina Fernández de Kirchner suspendió todos sus viajes de enero tras sufrir una fractura de tobillo. El mexicano Enrique Peña Nieto y el paraguayo Horacio Cartes anunciaron que no asistirán al cónclave.
Venezuela es el país con mayores reservas confirmadas de crudo a nivel mundial, y el segundo abastecedor de petróleo a Estados Unidos, y sus ventas de crudo representan el 96 por ciento de las divisas del país.
Sin una estrategia de salvación económica, Maduro brindó la semana pasada un informe a la nación en el que dijo que "dios proveerá" recursos a Venezuela, después de que una reciente gira por Rusia, China y Oriente Medio concluyera sin el éxito esperado por su gobierno.
Pero la crisis no sólo golpea a Venezuela, que cerró 2014 con 64 por ciento de inflación, sino a países aliados como Nicaragua, cuyo gobierno dependiente del crudo de Caracas admitió recientemente que el fenómeno causó una "conmoción" que obliga a revisar los parámetros económicos del país.
La III cumbre también encuentra a Brasil, el gigante latinoamericano, con un segundo mandato consecutivo de Rousseff y el gran reto de recuperar su ritmo de crecimiento, frente al 8 por ciento anual que había logrado su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva en sus dos gobiernos.
Para Rousseff, la mayor tarea será satisfacer las expectativas de unos 40 millones de brasileños que según cifras oficiales han salido de la pobreza en los últimos 10 años y esperan bajo su gobierno escalar una mejor posición económica y social.
Uno de los grandes ausentes en la reunión latinoamericana será el mandatario mexicano Peña Nieto, quien tuvo que hacer "cambios de agenda", según se anunció oficialmente.
Peña Nieto tampoco viajó la semana pasada al Foro Económico Mundial de Davos, en medio de la persistente crisis generada en México tras la desaparición y presunto asesinato de 43 estudiantes en el estado sureño de Guerrero el pasado 26 de septiembre.
Con el lema "Construyendo juntos", la cita abordará como tema central "la lucha contra la pobreza, con un énfasis en la transparencia, la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción", según se informó en la capital costarricense.
Pero la agenda incluye también unos 20 temas financieros, de seguridad, derechos humanos y ambientales que las 33 delegaciones intentarán abordar en los dos días que durará el evento.