Los textos, previamente elaborados por equipos técnicos (coordinadores nacionales), incluyen una "Declaración política", que plasmará un plan de acción contra la pobreza y declaraciones individuales sobre 21 temas como seguridad alimentaria, lucha contra el terrorismo, cooperación, infraestructura, cambio climático, educación, agricultura familiar, migración y finanzas.
"Al menos 16 de los 22 textos ya han sido acordados, incluyendo la Declaración política", dijo en rueda de prensa el canciller costarricense, Manuel González, al referirse al trabajo de la cumbre que lleva por lema "Construyendo juntos".
González explicó que cada representante de país dispondrá de 40 minutos para hablar, lo que supondrá una maratónica sesión de 1.320 minutos (22 horas), sin incluir excesos ni recesos en los debates que finalizarán el jueves 29.
Admitió que "será imposible" abordar todo en dos días, y que por eso los mandatarios discutirán un tema medular: la lucha contra la pobreza que aqueja a 167 millones de latinoamericanos, el 28 por ciento de la población regional, de acuerdo al último informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
También pondrán énfasis, dijo, en la "lucha por la transparencia y contra la corrupción" en el manejo de los recursos públicos, un tema difícil y espinoso para algunos gobiernos de la región.
Según el ranking de la organización Transparencia Internacional (TI) publicado este mes, en una lista de 175 naciones, Venezuela y Paraguay son percibidos como los países latinoamericanos con mayor corrupción, ocupando los puestos 161 y 150, mientras que Uruguay y Chile comparten la posición 21 entre los más transparentes.
El índice anual de TI, que mide la percepción de corrupción en el sector público de cada país, también ubicó en altas posiciones de corrupción a Nicaragua (133), Honduras (126), Guatemala y República Dominicana (115), Ecuador (110), Argentina (107), Bolivia y México (103), Colombia y Panamá (94), seguidos por Perú (85), El Salvador (80), Brasil (69) y Cuba (63).
Se cree que los mandatarios fijarán también su atención en dos temas relevantes, no incluidos en la agenda oficial: la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos (país que no forma parte de la Celac) y la crítica situación financiera de Venezuela a causa del desplome del precio internacional del crudo de 100 dólares a 40 en las últimas semanas.
Pese a lo variado de la agenda, no se espera que la declaración final incluya temas candentes como la desaparición y presunto asesinato de 43 jóvenes mexicanos en Ayotzinapa, Guerrero, en septiembre pasado.
"No habrá referencias a situaciones específicas de los países, a menos que haya un consenso", advirtió el lunes el presidente Luis Guillermo Solís, en una charla con corresponsales extranjeros que preguntaron si habrá un pronunciamiento sobre el caso de México.
La III cumbre de la Celac se desarrollará en el centro de eventos Pedregal, ubicado en la localidad de San Antonio de Belén, provincia de Heredia, 10 kilómetros al noroeste de San José.
La mayoría de los 33 gobernantes de la región acudirán a la cita, no así los presidentes de Paraguay, Horacio Cartes; de Argentina, Cristina Fernández; de México, Enrique Peña Nieto, y de Perú, Ollanta Humala, que estarán representados por sus cancilleres.