El Bundesbank pronosticó para este año un aumento del producto interior bruto de 1.4 por ciento en lugar del 1.9 por ciento que auguraba en junio.
Para el año próximo trazó una perspectiva aún más pesimista y vaticinó que el ritmo de crecimiento se ralentizará para ubicarse en el 1.0 por ciento, la mitad del dos por ciento prevista medio año atrás.
Para 2016 también corrigió a la baja su proyección de crecimiento, de 1.8 a 1.6 por ciento.