"No hablaría de una semana decisiva para el euro", aseguró la mandataria alemana en Berlín y recordó que ella siempre ha insistido en que la crisis del euro no se ha superado totalmente.
"El BCE toma sus decisiones en todo caso de manera independiente", indicó Merkel unos días antes de que el jueves se celebre la reunión mensual del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, en la que se espera que su presidente, Mario Draghi, anuncie su polémico programa de compra de deuda estatal.
Mientras, su homólogo francés, François Hollande, se mostró convencido de que el BCE pondrá en marcha su programa conocido como flexibilización cuantitativa o Quantitative Easing (QE).
"Con él se conseguirá una importante inyección de dinero en la economía europea y se podría favorecer el crecimiento", indicó Hollande durante la recepción de Año Nuevo en París.
En los círculos próximos al BCE se habla de un programa de 500,000 millones de euros (581,000 millones de dólares). No obstante, de acuerdo al diario alemán económico Handelsblatt, este programa podría alcanzar hasta los 700,000 millones de euros.
"Tres días aún para que se produzca la revolución en política monetaria en Europa. Tres días aún para Mario Draghi apruebe su programa de compra masiva", escribió el rotativo.
Entre los puntos de fricción se alzan cuestiones como quién comprará la deuda estatal y quién será el responsable ante posibles pérdidas. En una entrevista con el Handelsblatt, el presidente del banco central francés, Christian Noyer, propuso fijar un límite en las compras de deuda. Cada banco central podría retirar del mercado un máximo de 20 ó 25 por ciento de la deuda de su país, algo que también adelantó este fin de semana la publicación Der Spiegel.
Las expectativas en torno al BCE hicieron escalar hoy al índice DAX de la Bolsa alemana hasta situarse cerca de batir un nuevo récord después de que el viernes llegara a sobrepasar por momentos los 10,300 puntos por primera vez en su historia.
"Cualquier cosa diferente al anuncio del esperado programa QE del BCE decepcionaría a los actores del mercado de acciones", explicó la analista Claudia Windt del banco Helaba.
Junto con la reunión del BCE, los inversores mirarán con atención lo que suceda este domingo en Grecia, donde el electorado está llamado a las urnas.
Merkel aprovechó hoy para apelar a los ciudadanos helenos a utilizar la posibilidad de poder elegir de manera "completamente responsable".
"Toda nuestra política se concentra en que Grecia es una parte de la eurozona", indicó la canciller alemana, que recordó que dentro de esto se engloban conjuntamente los esfuerzos de Grecia y la solidaridad de los miembros del euros. "Alemania está preparada para actuar con solidaridad", agregó.
De acuerdo a las encuestas, la alianza de izquierda Syriza se perfila como ganadora, por delante del partido conservador Nea Dimokratia (ND) del primer ministro Antonis Samaras, algo que preocupa a muchos gobiernos de la UE después de que su líder Alexis Tsipras se haya declarado partidario de acabar con el programa de ajustes impuesto por la UE como contrapartida a las ayudas económicas al país.