"El Consejo de Gobierno tiene la clara determinación de asegurar el firme anclaje de las expectativas de inflación a medio y largo plazo", escribieron los expertos del organismo presidido por Mario Draghi.
Como complemento a las decisiones adoptadas por el BCE a principios de junio, el Consejo de Gobierno fijó en la reunión de julio los detalles de las operaciones de financiación a largo plazo (TLTRO).
"El propósito de estas operaciones es mejorar el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria respaldando el crédito a la economía real", explicaron en el informe mensual de julio.
Asimismo, el BCE decidió intensificar los trabajos preparatorios relacionados con las compras simples en el mercado de bonos de titulización de activos a fin de mejorar el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria.
En su informe, el BCE destacó de nuevo como ya hiciera Draghi en la pasada rueda de prensa posterior a la reunión mensual, que los riesgos tanto al alza como a la baja para las perspectivas sobre la evolución de los precios son limitados y, en general, están equilibrados a medio plazo.
El BCE aprovechó también para recordar a los gobiernos de la zona euro que a pesar de las mejoras de los últimos años, aún quedan "retos pendientes".
"Para fortalecer las bases de un crecimiento sostenible y unas finanzas públicas saneadas, los países de la zona del euro deberían mantener los progresos logrados en materia de consolidación fiscal, conforme al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y continuar aplicando reformas estructurales en los próximos años", recomendaron.
"La consolidación presupuestaria debería diseñarse de forma que favorezca el crecimiento, y las reformas estructurales deberían centrarse en fomentar la inversión privada y la creación de empleo", agregaron.