Banorte comenzó sus cálculos para el Producto Interno Bruto (PIB) de México de este año en un 2.3 por ciento, pero los ha venido degradando en medio de una desaceleración económica más rápida de la anticipada.
"En nuestra opinión, la economía mexicana enfrenta dos desafíos adicionales: la suspensión de obras en la Ciudad de México y la lenta reactivación de proyectos de inversión del sector privado", indicó la institución en un reporte.
"Estimamos que estos dos factores restarán 70 puntos básicos adicionales al PIB de 2019, resultando en nuestro nuevo pronóstico de 0.8 por ciento", agregó el grupo, que posee a unos de los principales bancos del país.
El pronóstico del PIB de 2020 también se redujo, al pasar a un 1.4 por ciento, desde el 2.1 por ciento anterior.
Pese a la desaceleración de la economía, Banorte estima que el gobierno mexicano mantendrá la estabilidad macroeconómica, a través de finanzas públicas sanas.
Los nuevos cálculos de Banorte enfrentan riesgos como el hecho de que la economía global pueda entrar en recesión, en particular si existe un escalamiento de las "tensiones comerciales" que impacte más a los flujos de comercio y a la industria manufacturera global.
México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil, depende en gran medida de los ciclos económicos en Estados Unidos, y se encuentra en una fase de desaceleración en línea con el ritmo global.
En el 2018, la economía mexicana creció un 2.0 por ciento, pero el central Banco de México (Banxico) estima un desaceleración para este año, en un rango de entre el 0.8 y el 1.8 por ciento.