Uno de los riesgos de estos movimientos podría ser, de acuerdo con el presidente del consejo de directores de la financiera UBS AG, Axel Weber, un sorpresivo descontrol de la inflación. "Conforme los bancos centrales regresan a tasas de interés normalizadas, vuelven a 'encender' los canales de crédito y de interés. No estaría seguro que este cambio a una transmisión de políticas monetarias de base más amplia a través de la economía, incluido al sistema bancario, ocurra con tanta delicadeza como esperan las instituciones financieras nacionales. (Los recursos usados en los últimos años) fueron un experimento sin precedentes y al salir de él no tenemos buenas guías sobre cómo funcionará (este regreso). Un incremento de los precios es una posibilidad".
Sin embargo, ante el panorama productivo abierto por las tecnologías digitales, el presidente del Instituto de Investigación Financiera de China, Min Zhu, considera al concepto mismo de los términos el principal problema de los planes financieros actuales. "¿De verdad entendemos el significado del aumento de precios hoy en día? Tenemos ecommerce e Inteligencia Artificial, la eficiencia se ha incrementado dramáticamente, los costos de transacción han disminuido drásticamente[...]. ¿Una tasa de inflación de 2 por ciento anual ahora significa lo mismo que una de 2 por ciento hace 15 años? No lo creo. ¿Deberíamos continuar con este objetivo? No lo creo. Debemos pensar exactamente el significado de este fenómeno para nuestra actualidad y solo entonces podremos generar una política monetaria adecuada".
Por otro lado, también existen percepciones las cuales defienden cómo el mundo ha comenzado a internarse nuevamente en territorio conocido y por tanto no debería haber temor. "En cuanto a la reacción de los instituciones financieras gubernamentales, es muy importante mencionar cómo los instrumentos son diferentes", afirma Benoit Coeuré, Miembro del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo. "Conforme salimos de enfrentar riesgos deflacionarios a ocuparnos de desafíos inflacionarios, nos alejamos de políticas no-convencionales a políticas convencionales. [...] Fue muy difícil diseñar técnicas para combatir la súbita reducción de precios, pues generaron efectos secundarios que no pudimos prever por ser algo completamente nuevo [...]. Pero conforme regresemos a un estado de normalidad, no será complicado pues ya tendremos formas efectivas para controlar el rápido aumento de los precios".
Más allá de estas ideas, si llegara el punto en el cual se debe realizar una elección complicada, la tarea de las instituciones financieras gubernamentales en el futuro podría enfocarse a conseguir un equilibrio y no tanto en elegir entre un estado de inflación por encima del objetivo o una nueva recesión. "Siempre hay razones para no tomar decisiones difíciles, pero si es necesario hacerlas, debemos intentar mirar más hacia delante [...]", comenta la subgobernadora del Banco Central de Suecia, Cecilia Skingsley. "Es cuestión de plantearse: tal vez superamos nuestros objetivos de aumento de precios, pero si es una situación temporal, tal vez podríamos permitirlo. Pero si se trata de algo más permanente, debemos ser mucho más cuidadosos [...]. Debemos mantener nuestra atención en la estabilidad de precios objetivo con mayor celo que en el pasado".
Aun con el optimismo de la mayoría de los actores, hay voces quienes temen una recesión en el futuro a mediano plazo. "En los próximos 18 meses podríamos ver una tendencia de mercado negativa [...] y una reacción a ello que pudiera llevar, en 12 meses después de eso, a una recesión" advirtió Ray Dalio, fundador, presidente y co-director de inversión en la firma Bridgewater Associates; un evento el cual coincidiría con la siguiente elección presidencial de los Estados Unidos.