En medio de estrictas medidas de seguridad, los jefes de la diplomacia de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Japón y de la Unión Europea tienen previsto una agenda centrada en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán y el conflicto en Ucrania, además de las crisis en el Oriente Medio.
"Tenemos una agenda muy apretada de un día y medio. Las dificultades que presentan las distintas regiones en conflicto nos demandan paciencia. En otras necesitamos trabajar mucho y para eso están estos encuentros", señaló el anfitrión de la cita, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.
"Acá se trata de cómo conseguir la paz en el mundo y contribuir para desescalar los numerosos conflictos actuales".
La reunión se celebra sin la presencia de Rusia, que quedó excluida del grupo en marzo de 2014 tras la anexión de Crimea y su respaldo a los separatistas del este de Ucrania.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, no fue invitado ni siquiera en calidad de observador pese a que el lunes participó en un encuentro con sus pares de Alemania, Francia y Ucrania en Berlín en el que se renovó el compromiso de avanzar en el acuerdo de paz firmado entre Ucrania y los separatistas.
La cita en la ciudad de Lübeck, en el norte de Alemania, comenzó esta tarde sin la presencia del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien intenta estos días persuadir a congresistas de su país de dar al gobierno de Barack Obama más tiempo para llegar a un acuerdo nuclear con Irán.
Kerry se sumará al grupo mañana miércoles, cuando expondrá a sus pares los detalles del acuerdo preliminar firmado a mediados de marzo en Lausana de cara a la concreción de un pacto definitivo a fines de junio para la verificación del programa iraní de enriquecimiento de uranio a cambio de la suspensión o el levantamiento de sanciones.
También analizarán los ministros la lucha contra el terrorismo islámico, la situación en Irak y Siria, y las crisis en Yemen y Libia. Las lecciones que dejó el manejo del estallido de la epidemia de ébola formarán parte de la agenda, así como la seguridad marítima, un asunto que Alemania quiere poner en el tapete.
Las sesiones plenarias tendrán lugar mañana en el Museo Europeo de la Hansa, la liga comercial de ciudades del Mar del Norte y Báltico que encabezó Lübeck en la Edad Media, y culminarán por la tarde (13:00 GMT).
La cita se realiza en medio de estrictas medidas de seguridad. La policía ha desplegado a unos 3,500 agentes para evitar desmanes como los sucedidos hace un mes con motivo de la inauguración de la nueva sede del Banco Central Europeo, que se saldaron con unos 200 heridos y cuantiosos daños materiales.
El casco antiguo de la ciudad se asemeja a una ciudad tomada por las fuerzas de seguridad, que realizan intensos controles.
Una decena de protestas han sido convocada por partidos de izquierda, ambientalistas y colectivos anticapitalistas, que esperaban la presencia de hasta 5,000 manifestantes.
El principal acto convocado para esta tarde en una plaza céntrica por el colectivo "Stop G7" congregó a cerca de 1.800 personas, según cálculos de la policía, mientras que los organizadores afirmaban que eran unos 3,000.
Alemania asumió en junio la presidencia rotativa del G7. A la reunión de los titulares de Exteriores le sucederán encuentros de los ministros de Energía, el 11 y 12 de mayo en Hamburgo, y de los de Finanzas y presidentes de bancos centrales, del 27 al 29 de mayo en Dresde, también preparatorios para la cumbre de junio en el castillo de Elmau, en la sureña región de Baviera.
El G7 es un foro que aglutina a las grandes potencias industrializadas. En 1975 se dieron cita seis países por primera vez para una "cumbre económica mundial" en busca de respuestas a la primera crisis del petróleo y al fin del sistema de cambio fijo de divisas con el oro.
Un año más tarde se sumó Canadá. En 1998 se incorporó Rusia para formar el Grupo de los Ocho. El formato volvió a siete en marzo de 2014, cuando los países de Occidente resolvieron dejar fuera a Moscú por la anexión de Crimea. Desde 1977 participa también el presidente de la Comisión Europea, pese a que el bloque no es miembro oficial del grupo.