"Son innegables los beneficios de la inversión extranjera directa para las economías de la región", dijo Castro en su discurso de apertura ante los representantes de 33 países del continente que participan hoy y mañana en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El líder cubano de 82 años habló también de las ventajas por las "inyecciones de capital de las empresas transnacionales", aunque advirtió al mismo tiempo sobre "el crecimiento desmedido de las utilidades que obtienen".
En su intervención de casi media hora el hermano menor de Fidel Castro también criticó, como es habitual en Cuba, a los "centros de poder" por las amenazas de "injerencias externas en la región", en una alusión a su gran antagonista ideológico, Estados Unidos.
"Los llamados 'centros de poder' no se resignan a haber perdido el control de esta rica región, ni renunciarán a los intentos de cambiar el curso de la historia en nuestros países para recuperar la influencia perdida y beneficiarse de sus recursos", aseguró.
Ambas posturas responden a la línea del gobierno cubano en los últimos años, en los que ha impulsado un paulatino programa de ajustes económicos con elementos de mercado, mientras mantiene incólume su rechazo a hacer reformas políticas, tal y como pide el exilio anticastrista o la administración de Barack Obama.
El castrismo acusa tradicionalmente a los disidentes de ser "mercenarios" financiados desde Estados Unidos para desestabilizar el país.
Cuba aprobará previsiblemente en marzo de este año una nueva ley de inversión extranjera, que aspira a facilitar la llegada de capitales para la maltrecha economía cubana.
Justo en ese marco, Raúl Castro inauguró el lunes en compañía de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, la ampliación del puerto de Mariel cerca a La Habana, un megaproyecto de infraestructura financiado con apoyo del gigante sudamericano.
"Esta terminal será la principal puerta de entrada y salida del comercio exterior cubano", dijo Raúl Castro en presencia de Rousseff en Mariel, unos 45 kilómetros al oeste de la Habana.
"Su ubicación geográfica en la ruta de los principales flujos de transportación marítima en nuestro hemisferio, propiciará que se consolide su posición como una plataforma logística de primer orden a nivel regional", sostuvo.
La isla abrió recientemente una zona franca que emula a las que impulsaron el desarrollo económico chino en los años 70. La llamada Zona Especial de Desarrollo del Mariel, que abrió sus puertas el 1 de noviembre, otorga considerables beneficios fiscales a las empresas extranjeras que inviertan en el nuevo enclave industrial.
Según informaciones actuales del gobierno, un total de 138 potenciales inversores se han interesado hasta ahora por Mariel. El proyectado parque industrial tiene 465.4 kilómetros cuadrados.
Mariel saltó a la fama en 1980 por un éxodo masivo de más de 125,000 cubanos con dirección a Estados Unidos, en la que fue una de las peores crisis migratorias entre Washington y La Habana.
El gobierno de Raúl Castro ha impulsado en los últimos años una serie de reformas de mercado tras décadas de monopolio estatal. La isla cuenta en tanto con más de 440.000 pequeños trabajadores por cuenta propia, los llamados "cuentapropistas".
Las autoridades han entregado también tierras para el cultivo privado en usufructo y han abierto parcialmente los mercados inmobiliario y automotriz. Al mismo tiempo, el presidente cubano levantó antiguas restricciones como la prohibición de viaje que rigió durante muchos años en la isla.
Castro, sin embargo, ha descartado siempre hacer reformas políticas al sistema de partido único y ha asegurado que los cambios buscan cimentar el modelo socialista.
La oposición no está permitida fuera del Partido Comunista de Cuba. En el marco de la cumbre de la Celac, la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional reportó el arresto de hasta 100 activistas para evitar protestas durante el evento.
La segunda cumbre de la Celac, constituida formalmente en 2010 a instancias de la Venezuela de Hugo Chávez, reúne hasta mañana miércoles a 33 países de la región, excepto a Estados Unidos y Canadá.