Carlos Urzúa, a quien el aspirante presidencial ha dicho que sería su secretario de Hacienda, destacó que era importante tener nuevas perspectivas en la junta del Banxico, aunque rechazó la idea de alterar el enfoque del ente de preservar la estabilidad de precios.
"Creemos que es hora de tener sangre fresca", dijo Urzúa en una entrevista a la agencia Reuters y publicada esta tarde en el portal de Internet Expansión.mx.
Las propuestas de López Obrador despertaron dudas sobre su modelo económico durante sus dos candidaturas presidenciales previas y en esta ocasión el candidato ha establecido una base de apoyo más amplio y sus asesores se han reunido con decenas de financieros y fondos de inversión, en un intento por asegurarles que, de ganar, no sería una carga.
El 31 de diciembre de 2018 terminará el periodo de uno de los cinco miembros de la junta de gobierno del banco central, Manuel Ramos Francia y, de acuerdo con Urzúa, en noviembre el Senado podría estar deliberando sobre el sucesor.
Aunque el asesor no dio alguna indicación sobre quién podría ser, elogió al actual gobernador, Alejandro Díaz de León, calificándolo como "un buen ejemplo de lo que nos gustaría tener" en la junta de gobierno del Banxico.
Díaz de León asumió el cargo en diciembre pasado para completar la última parte del mandato de su predecesor, Agustín Carstens, el cual concluirá a finales de 2021.
Sin embargo, Carlos Urzúa precisó que era demasiado pronto para decir si un eventual gobierno de López Obrador querría volver a nombrarlo.
"Ya veremos. En ese punto, va a ser un posible candidato, por supuesto", enfatizó el asesor, quien fungió como secretario de Finanzas de López Obrador cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
"Díaz de León, desde mi punto de vista personal, ha sido un muy buen gobernador. "No solo en términos de política monetaria, sino también en términos de (ser) administrador del banco central", expuso Urzúa.
Otros dos miembros de la junta concluirían sus encargos a finales de 2020 y 2022, respectivamente, dentro del próximo sexenio.
Urzúa aseguró que el gobierno de López Obrador sería "muy cuidadoso" y que sería cauteloso para no adoptar medidas menos restrictivas para la junta "porque todos pensarán que estamos aprovechando nuestro poder".
La prioridad establecida del Banxico es garantizar la estabilidad de los precios y Urzúa dijo que una administración de López Obrador no querría modificar eso, por lo que descartó que podría buscarse un enfoque más orientado al crecimiento.
"No, no cambiaríamos eso. Está en la Constitución. No querríamos meternos con eso, porque perderíamos credibilidad", puntualizó.