La marca sueca ya participa como parte activa en el proyecto Sartre, cuyos primeros ensayos por carreteras europeas han resultado satisfactorios.
Un primer paso de Volvo en estos ensayos camina en la conducción autónoma a velocidades lentas para pasar posteriormente a los llamados trenes de carretera en las autopistas.
"Nuestro objetivo es alcanzar el liderazgo en el campo de la conducción autónoma por ir más allá de conceptos y tecnologías pioneras que llegarán a los clientes. Hacer estas características lo suficientemente confiable para uso en la vía pública es crucial para impulsar la confianza de los clientes en la conducción autónoma de los automóviles", dijo Marcus Rothoff, gerente de Producto de Volvo Car Corporation.
El fabricante sueco señala que estudios recientes han demostrado que casi la mitad de los conductores consultados se sentirían cómodos con un coche de auto guiado.
Otro dato que avala al sistema es que también casi el 50 por ciento de los conductores de entre 18 y 37 años compraría un vehículo capaz de conducir de forma completamente autónoma.
Una de las conclusiones de la investigación es que los consumidores más jóvenes están dispuestos a pagar por tecnologías que pueden ayudar a controlar las distracciones creadas por la necesidad de estar constantemente conectado en el coche.
A este respecto, dice Volvo, que existe un potencial de cero accidentes y lesiones durante la conducción autónoma, que ésta puede reducir el consumo de combustible hasta en un 50 por ciento, además de acortar los tiempos de viaje por la mejora del tráfico.
Rothoff apunta también que "nuestros actuales sistemas de frenado automático, la ayuda de mantenimiento de carril y control de crucero adaptativo se podría describir como los primeros pasos hacia la conducción autónoma. Ahora, nos estamos moviendo hacia tecnologías con un mayor grado de conducción autónoma en situaciones normales de circulación"
Volvo Car es el único fabricante de automóviles que participan en el proyecto Sartre, una iniciativa consistente en un camión-guía en la parte delantera seguido por cuatro vehículos conducidos autónoma a velocidades de hasta 90 km/h, en algunos casos con un espacio de no más de cuatro metros entre vehículos.