La decisión obedece al descenso continuado del mercado automovilístico, sobre todo el europeo, el principal foco de ventas de Volvo.
Esta medida no afectará a las retribuciones de los empleados, gracias al sistema de bolsas de trabajo pactadas en convenio.
Esta parada temporal de producción se une a la decisión adoptada el pasado 1 de octubre en la misma planta, de reducir la cadencia productiva de 57 coches a la hora a 50.