Si bien las acciones de la compañía subían en la apertura de la sesión un 1.8 por ciento frente al precio de inicio, de 165 dólares hongkoneses (21.2 dólares, 18 euros), en los minutos siguientes llegaron a bajar hasta un 3.45 por ciento.
Pasadas las 11:00 hora local (03:00 GMT), cada título valía un 0.36 por ciento menos que la marca de salida fijada por la compañía.
Estos vaivenes se producen en el marco de la campaña iniciada por Pekín para reforzar el control de los reguladores nacionales sobre las compañías tecnológicas, especialmente las que cotizan en parqués estadounidenses, como es el caso de Xpeng, que debutó en Nueva York en agosto de 2020.
En Hong Kong, la compañía ha vendido 85 millones de acciones para recaudar unos 14,000 millones de dólares de Hong Kong (1,802 millones de dólares, 1,524 millones de euros).
El 45 por ciento de esa cantidad se destinará a ampliar la gama de productos que ofrece; el 35 por ciento, a acelerar la expansión de negocio; un 10 por ciento, a incrementar la capacidad de producción, y el 10 por ciento restante, a otras necesidades corporativas.
El fundador de la compañía, He Xiaopeng -quien le da nombre a la firma-, explicó a la prensa china que buscan expandirse a otros mercados globales que favorezcan las ventas de vehículos eléctricos, como es el caso de Noruega, donde ya está presente.
Xpeng, con sede en la ciudad suroriental de Cantón, es uno de los tres principales rivales locales de Tesla en China, aunque su cuota de mercado era todavía del 2 por ciento en el país, según los datos ofrecidos por la propia empresa en el folleto para inversionistas remitido a la Bolsa de Hong Kong.
En 2020 vendió más de 27,000 vehículos, más del doble que en 2019, y en los tres primeros meses de este año ya había entregado hasta 13,340.
No obstante, la compañía, que compite en un mercado saturado de actores en China -donde la popularidad del vehículo eléctrico se debe en parte a los subsidios ofrecidos por Pekín y a las facilidades para matricularlos-, ha perdido más de 9,000 millones de yuanes (1,391 millones de dólares, 1,176 millones de euros) entre 2018 y marzo de este año, según el diario hongkonés South China Morning Post.