Además, la entrada en la chicane es peliaguda porque los baches afectan a los frenos y te puede pillar desprevenido. La chicane en sí está bastante bien porque se puede utilizar mucho el bordillo y además la primera es más lenta que la segunda, así que vas aumentando la velocidad mientras consigues un buen agarre.
Las Eses
Llegas al punto más alto y pasas bajo el Puente Dunlop, luego vas hacia las Eses. Es un buen tramo y, al principio, es ciego. Tras la primera curva a la derecha, tienes que mantenerte a la derecha para tomar la siguiente a la izquierda, que tiene mucho peralte. Si no la coges bien, la velocidad de salida se verá afectada. Es una de esas curvas para darlo todo, después ya estás de camino hacia Tertre Rouge.
Tertre Rouge
Esta es, seguramente, una de las curvas más importantes del circuito. Si estás tú solo, lo único que importa es la velocidad de salida. Pero si estás peleando con otros, no puedes permitirte cometer un solo error, porque te convertirás en presa fácil en la bajada hacia la primera chicane. Cuando la calzada está seca se usa mucho el bordillo a la salida, pero no tanto si está húmeda.
Mulsanne
En el camino hacia la primera chicane empieza la carretera pública y la sensación es diferente. Se notan los baches y el peralte de la calzada. Hay que ubicarse y te impone un respeto muy diferente. Al salir del Tertre Rouge aún queda un giro a la derecha y para pasar por ahí viene bien tener el bloqueo de dirección mínimo. A partir de ese punto se trata de ver cómo está el tráfico de camino a la chicane y estudiar el tramo que queda por delante
para seleccionar el punto idóneo para frenar. En Le Mans se alcanza cuatro veces la máxima velocidad (unos 305km/h en el Aston, quizá algo más este año con la nueva aerodinámica) y aquí hay que reducir hasta quedarse en primera o segunda. Antes de los puntos de frenado hay señalizaciones en las barreras protectoras que van marcando los metros que faltan, aunque también te ayudan las entradas a las casas que asoman bajo los quitamiedos.
Primera Chicane
La entrada es lenta y es importante girar deprisa y recuperar la potencia. Hay que sacrificar velocidad en la entrada para asegurarse una buena salida. Al principio de la semana, el miércoles por la noche, vas en primera porque el circuito aún está limpio de goma, pero según avanza la semana hay más agarre y puedes tomarla en segunda.
Segunda Chicane
En tu mente las chicanes parecen reflejadas en un espejo, ambas idénticas, pero puestas al revés. Sin embargo, siempre parece que en la segunda frenas más tarde. No sé por qué, a lo mejor es que allí la calzada tiene más agarre. De nuevo, reduces la velocidad a la entrada para salir disparado hacia la curva de Mulsanne. La salida es muy divertida. Utilizas toda la pista y algo más en el momento de salir.
Curva Mulsanne
Han reducido la altura y, por suerte, ya no es lo que era. En el vértice de giro frenas y reduces a primera para tomar la curva y es ahí cuando notas la carga lateral. En este punto el tráfico es complicado, como se vio en el accidente que tuvo Anthony Davidson con un Ferrari GT hace unos años. Intentamos tomar la curva en fila india y a veces tienes que defenderte contra coches LMP1 y LPM2 para conservar tu espacio. En la curva de Mulsanne en sí hay mucho agarre para girar el coche y utilizas mucho el bordillo, sobre todo en la salida. A mí me encanta.
Hacia Indianápolis
Los dos giros no tienen ninguna dificultad si vas solo, ni siquiera si tienes otro coche al lado. Pero si te pillan a la izquierda el tramo requiere mucha atención, especialmente por la noche...
Indianápolis
Yo siempre considero que tanto la derecha como la izquierda forman parte de Indianápolis y es una secuencia fantástica. La aproximación es larguísima, reduces de sexta a quinta para la curva a la derecha y tomas la de la izquierda en segunda. El peralte ayuda, pero tienes que darlo todo para sacarle el mayor rendimiento posible.
Arnage
Esta curva es la más frustrante. Es muy cerrada y no tienes mucho agarre, aunque la han rediseñado este año, así que habrá que ver si ha cambiado. Puede que la falta de agarre se deba a que normalmente es una intersección muy concurrida. Se coge en primera, reduciendo desde tercera. Aquí se cometen muchos errores y siempre tenemos miedo de darnos con las barreras. Ahora las han retirado hacia atrás y ese miedo ya no existe. ¡No nos asusta el peligro, nos asusta cometer un error!
Curvas Porsche
Este es el tramo más esperado de la vuelta. La entrada es súper rápida, hay que frenar sobre el lado izquierdo y entrar bien para mantenerse muy ajustado en la primera curva a la izquierda. Con un buen coche no hay problema, te propulsa un poco hacia la siguiente para mantenerte ajustado en la de la derecha. Cuatro de las cinco curvas Porsche son geniales. En cambio, la última tiene un peralte negativo que hace que sea fácil perder el control de la parte de atrás. Con vosotros, sería estupenda. Este año han puesto barreras más seguras en esta zona; es una solución perfecta para mejorar la seguridad sin interferir con el curso del circuito. Me alegro mucho de que lo hayan hecho.
Maison Blanche
Los giros derecha-izquierda hasta llegar a la Chicane Ford no tienen nada, son muy sencillos. Es la única crítica que tengo que hacerle al circuito, son innecesarios y no aportan nada a nadie. El tramo hasta la Chicane Ford debería ser una recta. Tal como está sólo sirve para aumentar las posibilidades de accidente, como ya he explicado al ACO.
Chicane Ford
Pasas la entrada a boxes y la primera parte es más lenta que la segunda; la clave está en frenar lo suficiente el coche para atravesarla limpiamente. Así enseguida recuperas la potencia para cruzar la línea de meta y empezar otra vuelta.
Las ventajas de la guerra de neumáticos
«Guerra de neumáticos» es una expresión un poco bélica que suele usarse para describir la competencia deportiva y de diseño que se da entre fabricantes rivales. Así como la competición que se disputa en el circuito del Sarthe es feroz pero justa, lo mismo puede decirse de la que tiene lugar en la zona técnica del paddock. En 2016, Dunlop pretende aplicar las innovaciones y hallazgos de las últimas temporadas a una nueva gama de neumáticos para GT y, posiblemente, también LMP1 de cara al futuro.
"Siempre aprendemos algo nuevo de nuestros productos y en la competición deportiva ese proceso es mucho más rápido, lo que nuestros técnicos agradecen enormemente", dice Xavier Fraipont, consejero delegado de Dunlop Motorsport y Motorcycle.
"Aprendemos mucho sobre desarrollo de compuestos en las carreras de motos: las series de resistencia VLN de Nordschleife nos enseñan mucho sobre cargas extremas, y en LMP2 recopilamos información sobre prototipos con gran fuerza de agarre. Combinando esos conocimientos, podemos crear un enorme banco de datos y comparación de tecnologías que interactúan en base a diferentes tipos de vehículos y campeonatos."
Le Mans es un entorno hostil para casi todos los que participan en la carrera y Dunlop sabe que la competencia continua con fabricantes que tienen un nivel de experiencia parecido al suyo le resulta muy útil en su continuo afán de mejora.
"Nos gusta probarnos a nosotros mismos, igual que probamos nuestros productos", concluye Fraipont. "A nosotros nos gusta la guerra de neumáticos. Constantemente estamos poniendo a prueba los productos, tratando de conseguir un mayor rendimiento. Al final de las carreras, nuestros ingenieros siempre están muy cansados pero también tienen un brillo de satisfacción en la mirada, sobre todo en Le Mans".