Con la ayuda de 60 sistemas de baterías, las nuevas instalaciones de almacenamiento en la planta hidroeléctrica de RWE ubicada en el lago Hengstey serán capaces de almacenar temporalmente alrededor de 4.5 megavatios hora de energía eléctrica.
Las baterías desmanteladas que la marca de los cuatro aros ha proporcionado para el proyecto proceden de los Audi e-tron que se han utilizado para las pruebas de desarrollo, que todavía conservan una capacidad residual de más del 80%. Esto hace que estas “baterías de segunda vida” sean perfectas para su uso en estaciones de almacenamiento de energía. Dependiendo de cómo se utilicen, estas baterías aún tienen hasta diez años de vida útil restante. Además, son bastante más baratas que las nuevas. En eso consiste la segunda vida: las emisiones de carbono generadas durante la producción de las baterías se contrarrestan de forma sostenible con esta doble utilización: primero en el vehículo y, posteriormente, como sistema de almacenamiento de electricidad.
“La movilidad neutra en carbono es la meta de Audi y estamos trabajando duro para lograr este ambicioso objetivo. Nuestro plan de lanzar más de 20 modelos totalmente eléctricos para 2025 es un paso importante en esta dirección. Pero nuestras aspiraciones van mucho más allá, por lo que estamos avanzando en el desarrollo de la movilidad sostenible mediante colaboraciones con socios de la industria energética”, declara Oliver Hoffmann, responsable de Desarrollo Técnico de Audi AG. “Esta asociación con RWE pretende demostrar las posibilidades que existen para hacer un uso respetuoso de los recursos recurriendo a las baterías de alto voltaje de segunda vida y su integración inteligente en la red eléctrica del futuro. Además, ya estamos pensando en el tiempo posterior a esta fase de utilización, intensificando nuestros esfuerzos para garantizar que las baterías se reciclen de forma eficaz”, añade Hoffmann.
RWE ya ha construido una nave de 160 metros cuadrados para alojar los 60 módulos de baterías, que pesan unos 700 kilos, en el emplazamiento de su central hidroeléctrica en Herdecke. La instalación de los sistemas de baterías finalizó en octubre y los componentes individuales se pusieron en marcha a partir de noviembre. RWE espera comenzar a comercializar la energía almacenada en este sistema de baterías de segunda vida a principios de 2022, inicialmente para apoyar la red eléctrica como parte del mantenimiento de la frecuencia. Después, la empresa tiene previsto hacer pruebas de forma flexible con otros métodos de comercialización.
“La capacidad de estos sistemas de almacenamiento desempeña un papel esencial en la revolución energética. Es necesario desarrollar tecnologías de almacenamiento flexibles para compensar las fluctuaciones a corto plazo de las energías renovables y estabilizar la red, y los sistemas de almacenamiento en baterías son perfectos para este fin”, explica Roger Miesen, CEO de RWE Generation SE. “Junto con Audi, en Herdecke estamos probando cómo se comportan las baterías de alto voltaje procedentes de coches eléctricos al final de su vida útil para utilizarlas como estaciones de almacenamiento al conectarlas entre sí. La experiencia adquirida en este proyecto nos ayudará a identificar las aplicaciones en las que podemos operar de forma más rentable estos sistemas de baterías”.
Los resultados del proyecto piloto en Herdecke ayudarán a RWE a construir y explotar en el futuro instalaciones de almacenamiento más grandes basadas en baterías de vehículos eléctricos que utilizan una tecnología innovadora en la que los módulos se conectan en serie, lo que aumenta la tensión de funcionamiento y reduce los costes.