El día siguiente a la carrera final de Bahréin, Aston Martin, a través de uno de sus equipos privados (Beechdean Racing), probó por primera vez los neumáticos Dunlop. El piloto de pruebas habitual de Dunlop, Daniel Serra, hizo el recorrido de prueba junto a Jonny Adam y Marco Sørensen. Este fue el principio de los preparativos en pista de Aston Martin para 2016, que acabaría por dar origen a la alianza entre dos gigantes británicos de los deportes de motor, que se unirían con el objetivo de llenar de trofeos la flamante nueva sede de Aston Martin Racing en Banbury.
La colaboración con Dunlop ha sido uno de los elementos clave que han permitido a Aston Martin desafiar al nuevo Ferrari 488 GTE y al Ford GT en el campeonato de 2016. En Le Mans, la marca espera repetir sus momentos de gloria de 2007 y 2008, cuando consiguió dos victorias consecutivas en la categoría GT. Ocho años sin premios en Le Mans parecen una maldición para un equipo de la talla de AMR.
"Hemos puesto toda nuestra determinación y empeño en dejarnos la piel para volver a conseguir una victoria en Le Mans", dice Paul Howarth, director del equipo Aston Martin. "El nivel de compromiso demostrado por Dunlop ha sido ejemplar. Han trabajado al máximo nivel posible. Enseguida vimos su dedicación y resulta de lo más reconfortante saber que desean ganar tanto como nosotros; si somos capaces de hacer que todos los socios del equipo compartan ese sentimiento, seguro que damos con la fórmula del éxito." Hasta ahora, el equipo ha recorrido unos 4,500 km haciendo pruebas.
Además de Darren Turner, incondicional de Aston Martin, y de su compañero de equipo, el danés Marco Sørensen, el papel de Fernando Rees ha sido fundamental en el desarrollo de los neumáticos Dunlop que se ha llevado a cabo durante el invierno. El brasileño ha ganado velocidad y consistencia desde que hiciera su debut con Aston Martin en Silverstone en el año 2014 y se ha forjado una excelente reputación como piloto astuto e inteligente. El piloto de 31 años, que esta temporada comparte el coche número 97 con Richie Stanaway y el novato Jonny Adam, cree que los neumáticos Dunlop constituirán un factor clave en el desafío de Le Mans este año, especialmente por su rendimiento con temperaturas tan variables.
"Todo el mundo tiene un neumático especial para Le Mans, especialmente para cuando llega la noche y la temperatura baja: ese es el momento en el que empiezan a pasar cosas y el verdadero ritmo del coche se deja ver", dice Rees. "Las demás carreras son totalmente distintas de Le Mans, por eso trabajamos con programas paralelos, es importante hacer pruebas nocturnas en sitios donde la temperatura desciende y vuelve a aumentar muy deprisa."
Este régimen de pruebas, enfocado en Le Mans, continuó en el circuito de Monza poco después del fin de semana de carreras de Spa, antes de que los camiones del equipo se pusieran en camino hacia Le Mans para la jornada de pruebas oficial el primer domingo de junio. El desarrollo de los bólidos «verde Stirling» de LM GTE de 4.5 litros y 8 válvulas es una labor que no tiene fin.
"Hemos desarrollado y probado muchos neumáticos para lluvia", añade Rees. "No es lo mismo que se ponga a llover de noche, que la lluvia de media tarde, cuando hay una temperatura de 30 grados. Es muy laborioso y complejo, pero resulta muy positivo que pasemos tantas horas trabajando todos juntos: pilotos, ingenieros y los técnicos de Dunlop. Todos estamos comprometidos con el mismo objetivo e intercambiamos información; la verdad es que hemos conectado muy bien entre nosotros".
Uno de los grandes cambios que se han introducido esta temporada es la enorme libertad de la que han gozado los ingenieros y diseñadores de GTE Pro en lo que se refiere a la aerodinámica. Los cambios que se han introducido en la especificación de 2016 del Aston Martin son considerables, especialmente en la parte de atrás, donde se ha incluido un distintivo difusor trasero para mejorar el flujo de aire en la parte inferior del coche.
"Ha cambiado la forma del coche y eso es parte de lo que hemos estado persiguiendo desde el punto de vista del desarrollo", dice Xavier Fraipont, Director General de Dunlop Motorsport. "Cada cambio que se incluye en el reglamento supone un reto para el funcionamiento del neumático. Es complicado gestionar la cantidad de carga aerodinámica que se genera y el calor que produce en el neumático. Cuando en una recta tienes un gran peso ocasionado por la carga aerodinámica que presiona los neumáticos contra la calzada, evidentemente estos se comportan de manera distinta al llegar a una curva".
Como en Le Mans hay rectas mucho más largas que en cualquier otro circuito, estos aspectos tienen un impacto mayor. Al no poder acceder a todo el circuito, porque buena parte del mismo está formado por carreteras públicas, muchas de las simulaciones previas a las carreras se tienen que llevar a cabo en otras pistas. Los equipos sólo disponen de un día antes de la semana de carreras para poner a punto su equipamiento en tiempo real, sobre la calzada en la que efectivamente se va a disputar la carrera.
"El año pasado nos concentramos en LMP2 y demostramos que estamos capacitados para competir al más alto nivel y salir victoriosos", dice Fraipont. "Ya estábamos trabajando con coches GT en las ELMS, así que había un buen motivo para que Aston Martin se fijase en nosotros. Querían comenzar una colaboración y pusimos las bases para ello con la prueba de Bahréin al final de la temporada pasada. Aún aprendemos cada día de las diferentes áreas deportivas en las que competimos, como LMP2 o el campeonato de resistencia VLN de Alemania.
También informamos a Aston Martin de que estábamos dispuestos a prestarles un servicio de ingeniería exclusivo para darles apoyo y creo que esta idea les resultó muy atractiva. Pronto nos dimos cuenta de que queríamos aunar todos estos elementos y de que tenemos mucho en común. Nosotros queríamos tener un papel activo en la configuración del Aston y poner a su disposición todos nuestros conocimientos, sobre todo a raíz del nuevo reglamento de 2016 y de los cambios que implica en la parte trasera del coche".
Dunlop cambió su centro de fabricación en 2014 y tuvo que reducir su nivel de actividad, sobre todo en América. Tras una breve pausa, la firma decidió regresar a la primera fila de la categoría GT. Aston Martin era el aliado perfecto para sumergirse en los entresijos de GTE Pro, especialmente en el circuito de Le Mans, que en algunos sentidos parece un ser vivo.
"Todos los años, las condiciones del circuito de Le Mans experimentan algún cambio, dice Fraipont. "Puede tratarse de la temperatura, de algún pequeño desgaste en la pista, especialmente en la parte que corresponde a carreteras públicas, o de un nuevo asfaltado. Utilizamos modelos y simulaciones, claro está, pero aún nos quedan muchas comprobaciones. Hay algunos circuitos que reproducen las condiciones de Le Mans bastante bien (los más obvios serían Paul Ricard y Monza, que tienen rectas largas y nos permiten simular la presión que eso supone para los neumáticos.
En Le Mans la temperatura varia de un extremo a otro, a veces no somos conscientes de hasta qué punto, pero al correr de día y de noche, podemos pasar de seis o siete grados a una máxima de 25 o 26. Es una oscilación tremenda para los neumáticos. La forma de mantener la consistencia es vital para nuestros equipos durante la carrera".
Desde el punto de vista técnico, Aston Martin Racing tienen todo un arsenal de opciones a su disposición: la dinámica de vehículo, aerodinámica, compuestos y motor se unen para generar una de las mejores operativas que existen en la competición de resistencia, cuya piedra angular es Dan Sayers, Director Técnico de AMR.
"No nos engañemos, aún queda mucho trabajo por hacer y consideramos esta colaboración con Dunlop como una alianza a largo plazo", dice Sayers. "Aún estamos soltando amarras. A lo largo de los últimos años, hemos tenido ocasiones de ganar en Le Mans. Ganamos en LM GTE Am, pero la categoría Pro (desde el comienzo del Mundial de Resistencia) se nos ha estado escapando. Así que yo veo dos cosas. Una es evidente: la fiabilidad y creo que le dimos solución el año pasado. En 2015, fueron los errores de pilotaje los que nos hicieron daño y eso no puede ocurrir. La fiabilidad debería darse por sentada, pero la conducción es un elemento clave en Le Mans".
"Este año, las pruebas han supuesto una gran ventaja", añade Sayers. "Hemos hecho más pruebas que nunca para llegar a comprender a los neumáticos y al coche. Pero la forma de trabajar con Dunlop es muy diferente de la que teníamos con nuestro antiguo proveedor. Estamos en contacto con ellos a diario para temas técnicos y eso es algo crucial para nosotros, contamos con todo su apoyo. No quiero que se me malinterprete, Michelin era un socio excelente y diseñó un neumático increíble, pero nuestra alianza con Dunlop va un paso más allá. Por primera vez hemos podido crear un neumático a medida para nuestro coche y eso nos beneficia enormemente".
La presión en Le Mans es enorme, la capacidad de liderazgo resulta esencial y Aston Martin Racing tiene mucha experiencia.
Howarth, el director del equipo, es un organizador sensato y pragmático de Prodrive y durante los últimos 27 años su visión preclara (ya sea en carreras o rallies) ha servido para cosechar victorias y títulos. Las expectativas del equipo Aston Martin Racing en Le Mans tienen que estar bien gestionadas y él se responsabiliza de todo.
"Tenemos expectativas", confirma. "Pero estamos repitiendo constantemente el proceso de preparación del equipo para que todo el mundo dé el 100 por ciento. Tenemos que salir a ganar, el equipo lo sabe perfectamente. Tenemos que entender lo importante que es que todas las áreas funcionen como un reloj, por eso nos hemos esforzado tanto, en los aspectos técnicos y en los deportivos: en boxes, en la preparación técnica, en la operativa, todo. Nada se dejará al azar".