Pese al incremento de las pérdidas, la compañía con sede en San Francisco (California, Estados Unidos) vio durante los pasados tres meses cómo aumentaba su facturación interanual, que pasaba de los 3,099 millones de dólares ingresados a principios de 2019 a los 3,543 millones actuales.
La aparente discrepancia entre los ingresos y los beneficios se explica por los costes extraordinarios que el COVID-19 supuso para la empresa a principios de año, y que, aunque no se vio reflejado en las cuentas presentadas este jueves, también la han llevado a anunciar el despido de 3,700 empleados, alrededor de un 14 por ciento de su plantilla.
Entre enero y marzo, los accionistas de Uber perdieron 1.70 dólares por título, frente a las pérdidas de 2.23 dólares de marzo pasado.
Las restricciones a la movilidad y las órdenes de distanciamiento social decretadas en gran parte del mundo para hacer frente a la pandemia tuvieron un efecto directo sobre el principal negocio de Uber, el transporte de personas, que durante los pasados tres meses ingresó un 5 por ciento menos que en el mismo período del ejercicio anterior.
Sin embargo, los mismos motivos que hicieron caer el transporte de personas, dispararon los otros dos segmentos de negocio de la compañía, la entrega de comida a domicilio (Uber Eats) y la de paquetería (Uber Freight), que subieron un 52 y un 55 por ciento interanual respectivamente.
Uber tiene en la actualidad 103 millones de usuarios mensuales activos en todo el mundo, un 11 por ciento más que los que tenía en marzo de 2019 y, pese al COVID-19, realizó entre enero y marzo 1,658 millones de viajes, un 7 por ciento más, algo que se explica por el crecimiento experimentado en enero y febrero, antes de que la pandemia fuese declarada en Occidente.
"Aunque la pandemia ha golpeado con fuerza nuestro negocio de transporte, hemos tomado acciones rápidas para preservar la fuerza de nuestra hoja de balance, destinar recursos adicionales a Uber Eats y prepararnos para el escenario de recuperación", apuntó al anunciar las cuentas el consejero delegado de la firma, Dara Khosrowshahi.