Pistas de alta velocidad, carreteras de grava, dunas, lechos de ríos secos: el innovador prototipo de Audi para el Rally Dakar ha pasado por las situaciones más complicadas durante su segunda prueba en Marruecos. En un plazo extremadamente justo de poco más de doce meses, el equipo ha desarrollado el RS Q e-tron hasta tal punto que ahora puede afrontar jornadas de prueba off-road diarias equivalentes a la duración de una etapa del Dakar. Aun así, quedan muchos retos hasta el mes de enero. “Estamos centrando toda la energía en continuar el desarrollo en las condiciones más duras. Ha sido impresionante cómo los hallazgos importantes han llegado diariamente a Neuburg desde Marruecos, lo que nos permitirá que los tres automóviles que estamos construyendo para el Rally Dakar estén a la última en cuanto a su actualización técnica. Al mismo tiempo, los preparativos logísticos están en plena marcha”, explica Arnau Niubo, responsable de Ingeniería de pruebas.
En la carrera contra el tiempo y contra los cuellos de botella en el suministro de componentes individuales provocados por la pandemia, Audi Sport ha llevado a cabo un programa concentrado. Los tres equipos de pilotos hicieron rodar el prototipo con el número de chasis 103 más de 2,500 kilómetros por los terrenos más difíciles. Las pruebas incluyeron la imposición por parte de los ingenieros de temperaturas muy elevadas en el RS Q e-tron de forma artificial: Stéphane Peterhansel se encargó de probar el auto por el lecho de un río seco con las tomas de aire de refrigeración deliberadamente tapadas con cinta adhesiva para simular altas temperaturas exteriores, una prueba que el prototipo de propulsión eléctrica con convertidor de energía a bordo superó sin problemas. Sin embargo, esto no fue así durante todas las jornadas. Los daños sufridos por los neumáticos en las pistas rocosas obligaron al francés, al igual que a Mattias Ekström, a realizar repetidas interrupciones; y también hubo que sustituir una horquilla de la suspensión doblada por el impacto con una roca, un manguito del eje de transmisión con fugas y otros componentes, junto a pequeñas reparaciones en la carrocería
Peterhansel, Ekström y Carlos Sainz también trabajaron intensamente en la puesta a punto del chasis, de cara a tener todo a punto cuando a finales de diciembre, en Arabia Saudita, el RS Q e-tron tenga su bautismo de fuego en el Rally Dakar.