Los suizos se desplazarían a países europeos para aprovecharse de la debilidad del euro frente al franco helvético, y adquirir vehículos de las marcas BMW o MINI (también propiedad del fabricante germano) a un menor coste que en su país.
La comisión suiza de la Competencia asegura en un comunicado que dispone de pruebas sobre prohibiciones de venta según el territorio de origen del comprador, "una práctica ilícita desde el punto de vista del Derecho de la Competencia".
La investigación, que se puso en marcha a raíz de la emisión en una cadena de televisión alemana de las prácticas de BMW de mantener sus precios altos en Suiza, examinará las compras de los helvéticos de coches nuevos en la EEE.
De acuerdo con la comisión suiza de la Competencia, los ciudadanos helvéticos deben gozar de libertad para comprar su vehículo tanto en su país como en la EEE.
Las sanciones contra este tipo de prácticas podrían ascender hasta el 10 por ciento de la cifra de negocios de los tres últimos años de la compañía afectada.