Siemens, cuyo ejercicio comenzó en octubre, facturó en el primer semestre 28,336 millones de euros (+1.7 por ciento), pero bajó la entrada de pedidos hasta 30,016 millones de euros (-10.3 por ciento).
El presidente y consejero delegado de Siemens, Joe Kaeser, consideró que han tenido un resultado robusto "dadas las serias circunstancias" y se mostró impresionado porque su equipo ha podido mantener el calendario original para la escisión de la división de energía.
"Esperamos tocar fondo en el tercer trimestre del año fiscal 2020, mantenemos la salud y seguridad de nuestros socios y empleados la primera prioridad, mientras mantenemos la continuidad del negocio con la mayor responsabilidad posible", añadió Kaeser.
Todas las divisiones de Siemens bajaron el beneficio en el primer semestre, y la de energía, incluso, tuvo pérdidas.
Siemens, que redujo en el primer semestre el beneficio operativo hasta 2,232 millones de euros (-18 por ciento), ha retirado sus pronósticos para todo 2020 y ya no prevé un crecimiento moderado de la facturación, sino una moderada caída de los ingresos.
La compañía no dio pronósticos de beneficio y mantiene el calendario para la escisión y salida a bolsa de la división de energía.
El beneficio neto atribuido bajó en el segundo trimestre fiscal hasta 652 millones de euros (-64 por ciento) por los efectos de la pandemia de coronavirus ya que se redujo la demanda, aunque pudo mantener las cadenas de suministros y la producción en niveles habituales.
Siemens también quiere escindir y sacar a bolsa la división de motores para centrales de energía eólica y otras industrias Flender.
Asimismo Siemens ha interrumpido su programa de recompra de acciones por valor de 3,000 millones de euros por motivos reguladores debido a la escisión de la división de energía.
Una vez que se ejecute la escisión Siemens continuará la recompra de acciones. Hasta ahora Siemens ha adquirido títulos propios por valor de 2,400 millones de euros.