"Renault prepara sus dos plantas de producción de Tánger y Casablanca para una reanudación de actividades parcial y progresiva", indicó la compañía francesa en un comunicado.
La reanudación de las actividades de las dos plantas se hará de forma suave de acuerdo con la recuperación del mercado internacional y el marroquí.
La nota añadió que durante "la situación inédita" que causó la suspensión de las actividades por la crisis de la propagación del COVID-19, el grupo puso en marcha "un plan de protección económica" para garantizar los salarios mensuales de sus 12.000 colaboradores.
El pasado 19 de marzo, Renault suspendió las actividades de su planta de Tánger (que produce los modelos Dacia) y la de Somaca de Casablanca (la más antigua), debido al cierre de las cuatro plantas españolas del grupo, que constituyen las principales proveedoras del las dos plantas de Marruecos.
Dos de las plantas españolas (la de Valladolid y de Sevilla) reanudaron sus actividades el jueves, mientras que está previsto que las otras dos retoman su ritmo laboral el próximo 4 de mayo.
El pasado año, las dos plantas de Renault montaron 394,902 vehículos, de los que 303,558 salieron de la fábrica de Tánger y 91,344 de la de Casablanca.
La planta de Tánger es uno de los pulmones económicos de toda la región del norte de Marruecos, pues además de sus 12,000 empleos directos genera una importante actividad asociada de empresas auxiliares.