• Respetar la señalización vial y semáforos, obedecer las indicaciones de los policías de tránsito y personal de apoyo vial, en todo momento.
• Tomar las máximas precauciones a su alcance cuando existan peatones sobre el arroyo vehicular, reducir la velocidad o parar para permitirles el paso, especialmente en zonas escolares o en calles de prioridad peatonal.
• Compartir los carriles de circulación de manera responsable con los demás vehículos.
• Respetar límites de velocidad. De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública, en la Ciudad de México son:
o 10 km/h en estacionamiento y en vías peatonales en las cuales se permita el acceso a vehículos.
o 20 km/h en zonas escolares, de hospitales, de asilos, de albergues y casas hogar.
o 30 km/h en zonas de tránsito calmado.
o 40 km/h en vías secundarias incluyendo las laterales de vías de acceso controlado.
o 50 km/h en vías primarias.
o 80 km/h en carriles centrales de las vías de acceso controlado.
• Disminuir la velocidad y tomar todas las precauciones necesarias cuando encuentren un vehículo de transporte escolar realizando maniobras de ascenso y descenso de estudiantes.
• Ascender o descender sobre el carril contiguo a la acera. En caso de que se tenga que hacer del lado izquierdo, extremar precauciones.
• Respetar cruces de peatones, áreas de espera para bicicletas o motocicletas, y áreas de estacionamiento.
Recordemos que el mejor método de enseñanza es el ejemplo, y que si nosotras somos conductoras respetuosas, nuestros hijos también lo serán en un futuro.