La designación es un grado más blanda que en 2019 (la última vez que se corrió aquí) y es idéntica a la utilizada en Montecarlo.
Esta designación se explica por la intención de añadir un factor estratégico extra: en el GP de 2019 no se utilizó el compuesto duro en carrera, así que una designación más blanda debería aumentar la variedad estratégica.
El asfalto urbano de Bakú es menos agresivo en términos de rugosidad y de exigencia energética para las gomas, por lo que designación más blanda resulta la más adecuada.
Características del circuito
Muchos pilotos definen Bakú como un circuito complejo como Mónaco y veloz como Monza. De ahí podemos deducir la naturaleza de la pista, que es la urbana más larga y veloz del calendario.
Además, Bakú reúne también las características habituales de todo trazado urbano: un asfalto ‘verde’ y deslizante, pero que se espera que evolucione con rapidez, máxime cuando no se ha utilizado en dos años para cometidos deportivos. Sus muros no perdonan errores, y además cuenta con un punto especialmente estrecho (curva 9), por lo que las posibilidades de aparición del coche de seguridad son elevadas, con las consecuencias que comporta a nivel estratégico.
Los primeros cuatro clasificados en 2019 optaron por la misma táctica: una sola parada con cambio del blando al medio. Charles Leclerc (Ferrari) acabó quinto optando por el camino inverso: medio-blando (con una parada extra en el tramo final para montar un nuevo juego con flanco Rojo y marcar la vuelta rápida). La ventana de paradas es bastante amplia en esta pista, y se han visto stints largos, específicamente con el compuesto C3 (que este año será el duro).
Bakú es conocida mundialmente como la ‘ciudad de los vientos’, por su meteorología ventosa y cambiante. Esta característica altera, por descontado, el comportamiento aerodinámico y complica la configuración de los coches.
La larga recta de tribunas de Bakú invita a los equipos a optar por setups de baja carga. Por ello, su énfasis se desplaza al agarre mecánico de los neumáticos.
Fórmula 2
La F2 celebra su tercera cita del calendario en Bakú, a la que llevará los neumáticos de 18” por primera vez. Al igual que en 2019, los compuestos designados son el P Zero Amarillo (medio) y el P Zero Morado (Supersoft), cuya amplia diferencia a nivel de rendimiento abrirá un amplio abanico de estrategias. Se trata de la segunda vez este año que se usa el neumático superblando (tras Montecarlo) y la primera del compuesto medio, que ha sido rediseñado para mejorar su resistencia al graining. Con ello se ha incrementado su diferencial en rendimiento respecto al superblando.
Mario Isola, responsable de Pirelli en F1: “Abandonamos un circuito especial para desplazarnos a otro. Es cierto que el reto que plantea Bakú es muy distinto a Mónaco, pero ambos requieren de una capacidad y precisión similar a la hora de evitar problemas. Por primera vez llevaremos a Azerbaiyán los compuestos más blandos, y confiamos que todos ellos jueguen un importante papel a nivel estratégico. En Fórmula 2 optamos por el compuesto medio y superblando, lo que hará que las tácticas de carrera sean más abiertas. Y todo ello en un trazado reconocido por ser un lugar donde todo es posible”.
PRESIONES EN FRÍO (seco) LÍMITE DE CAÍDA
20.0 psi | 1.38 bar (delante)
19.0 psi | 1.31 bar (detrás) -3.50° (delante) |
-2.00° (detrás)
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En paralelo al GP de Mónaco se celebró el rally de Portugal, que marcaba el debut de los neumáticos Scorpion KX para tierra. Elfyn Evans se llevó la victoria al volante de un Toyota, si bien hubo hasta tres fabricantes distintos en el top cinco.
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