Con todo el Dakar todavía por delante, el ex campeón de España de Rallys de Tierra ha optado por parar para cerciorarse de que no sucedía nada grave, como era el caso. “Hemos parado por precaución, porque la prioridad es la fiabilidad, pero era una falsa alarma. A partir de ahí todo ha ido bien. Ha sido la decisión correcta, porque esto no ha hecho más que empezar”, explicaba con la motivación y las opciones intactas. Tras reincorporarse a la carrera, Fuertes ha podido exprimir el Rexton DKR sobre las dunas peruanas, cogiendo nuevamente el ritmo.
A pesar de que la primera especial del Dakar era corta, su desarrollo ha sido un buen resumen de lo que espera a los pilotos en la prueba más dura del motor: un fuerte calor en el desierto peruano y mucho énfasis en la orientación entre las dunas. “Lo visto en esta primera etapa va a ser una constante durante todos los días. Hay mucha navegación y algún way point complicado. Ahora empieza lo serio, pero éstos serán los ingredientes básicos de este Dakar”, apunta el copiloto gallego Diego Vallejo.
“Lo serio” empieza en la segunda etapa de esta edición del Dakar, que transcurrirá entre Pisco y San Juan de Marcona. Los miembros del equipo SsangYong Motorsport tendrán que afrontar un recorrido de 553 kilómetros, de los que nada menos que 342 corresponderán a la segunda especial cronometrada de la prueba. Será un duro examen para la dupla española de la marca coreana. “Vamos a salir retrasados y eso nos condicionará un poco durante el desarrollo de la etapa, pero intentaremos coger un buen ritmo”, concluye Óscar Fuertes.