Los sindicalistas entonaron "La Internacional" y pidieron la dimisión del gobierno y del presidente de este país ex comunista.
Según sus líderes, rechazan las reformas del código laboral propuestas por el gobierno, que desde 2009 lleva a cabo una dura política de austeridad y reformas económicas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un crédito exterior de 20,000 millones de euros.
Los manifestantes protestaron también contra la subida del precio de los carburantes y de los alimentos básicos, provocada por la subida del IVA de un 19 a un 24 por ciento el pasado julio.
"Se trata de la primera chispa que desencadenará actos de este tipo en todo el país", dijo a la agencia Mediafax el presidente del Sindicato de Automóbiles Dacia, Nicolae Pavelescu.
La crisis económica que atraviesa el país y los recortes sociales decididos por el gobierno han creado una gran tensión en Rumanía. Ayer, el presidente del país, Traian Basescu, fue abucheado durante un acto oficial.
En otoño, Bucarest ya vivió manifestaciones masivas contra de la política de austeridad acordadas con el FMI.
Comprada al Estado rumano por Renault en 1999, Dacia es la primera empresa exportadora de Rumanía y factura unos 2,000 millones de euros al año.