De hecho, todas las marcas del grupo registraron pérdidas en el tercer trimestre excepto Ram, especializada en la producción de camionetas y vanes, cuyas ventas aumentaron un 15 por ciento y alcanzaron los 179,200 vehículos.
El éxito de Ram durante el trimestre se cimentó en la aceptación de las camionetas "pickup" de la marca, con la entrega de 161,635 unidades, un 14 por ciento más que en 2018, y la van Promaster, que ganó un 30 por ciento con 14,589 unidades.
Las ventas de Jeep, especializado en la producción de todoterrenos y todocaminos SUV y que se ha convertido en la espina dorsal del fabricante, cayeron un 2 por ciento, hasta 245,474 vehículos.
Mientras, la marca Chrysler, que produce vehículos y monovolúmenes, redujo sus ventas un 23 por ciento, a 29,544 unidades. Dodge, en el pasado la marca de productos de consumo masivo, perdió un 4 por ciento de su demanda al reducir sus ventas a 104,146 unidades.
Aunque el consumidor estadounidense cada vez más deja de comprar automóviles en favor de los todocaminos SUV, Dodge fue capaz de alcanzar ventas récord de dos de sus modelos más emblemáticos, Charger y Challenger.
Los dos automóviles son iconos de los llamados "muscle car", vehículos de altas prestaciones que trazan sus orígenes a la época dorada del automóvil estadounidense, las décadas de los años sesenta y setenta del siglo pasado.
Las dos marcas italianas del grupo, Fiat y Alfa Romeo, sufrieron fuertes pérdidas: Fiat disminuyó un 38 por ciento, a 2,360 unidades, y Alfa Romeo un 27 por ciento, a 4,310.
Los conocidos como los Tres Grandes de Detroit (General Motors, Ford y FCA) han empezado a informar sobre sus cifras de ventas trimestralmente mientras que el resto del sector mantiene los reportes mensuales.