El paro afectará tanto a la planta de Tánger, que produce los modelos Dacia, como a la Somaca de Casablanca, más antigua y más pequeña.
Aunque el comunicado cita razones generales ligadas a la propagación del coronavirus, el gobernador del banco central (Bank Al Maghrib), Abdellatif Jaouahri, señaló hoy que el cierre era inminente toda vez que las dos plantas ya no reciben motores de las cuatro plantas españolas que constituyen sus principales proveedores.
El parón de Renault es un duro golpe para la economía marroquí, principalmente para todo el norte del país, ya que la planta de Tánger constituía en sí misma un motor económico en la región y ha creado todo un ecosistema de actividades auxiliares dependiente de esa planta.
El comunicado asegura que las actividades se retomarán "cuando las condiciones lo permitan".
El pasado año, las dos plantas de Renault montaron 394,902 vehículos, de los que 303,558 salieron de la fábrica de Tánger y 91,344 de la de Casablanca.